La Iglesia de Gales ha anunciado este miércoles el nombramiento de Cherry Vann como nueva líder de la institución. Vann se ha convertido de esta forma en la primera mujer en ocupar el cargo de arzobispo en el Reino Unido, además de ser la primera persona abiertamente homosexual en hacerlo. El nombramiento supone un nuevo hito para las mujeres y para la comunidad LGTBI+ dentro de la comunión anglicana, donde las mujeres pueden ejercer el sacerdocio desde hace poco más de tres décadas.
Vann formó parte del primer grupo de mujeres ordenadas sacerdotes en la Iglesia de Inglaterra en 1994. Desde entonces, la representación femenina no ha parado de crecer tanto en esta institución como en la Iglesia de Gales, dos autoridades religiosas independientes entre ellas, a nivel legal y administrativo, pero que mantienen importantes conexiones como parte de la comunión anglicana.
La presencia de mujeres también ha aumentado entre los cargos de mayor responsabilidad en ambas instituciones, donde está permitido el nombramiento de mujeres obispos desde 2014 y 2013, respectivamente. Cerca de uno de cada cuatro obispos diocesanos en Inglaterra son mujeres, mientras que en Gales esta cifra asciende a más de la mitad.
Nuevos nombramientos
La nueva arzobispo de Gales sustituirá a Andrew John, quien abandonó el cargo tras salir a la luz el contenido de dos informes que alertaban de una actitud en la que “los límites sexuales parecían difusos” y de un consumo excesivo de alcohol, así como deficiencias en el liderazgo de la institución. “Lo primero que haré será asegurarme de que los problemas que se han planteado en los últimos seis meses se aborden adecuadamente y trabajar para lograr la sanación y la reconciliación, así como para construir un nivel de confianza realmente bueno en toda la Iglesia y en las comunidades a las que sirve”, ha asegurado Vann a través de un comunicado.
El nombramiento de la arzobispo de Gales podría ser el paso previo a un hito aún mayor: la elección por primera vez de una mujer como arzobispo de Canterbury, la máxima autoridad de la Iglesia de Inglaterra después del rey. Un cargo que sigue vacante tras la dimisión de Justin Welby a finales del año pasado y al que aspiran varias candidatas, entre ellas la actual obispo de Chelmsford, Guli Francis-Dehqani, o la obispo de Londres, Sarah Mullally. La Comisión de Nominaciones de la Corona (CNC) ya ha definido una lista de candidatos, cuyos nombres no han sido revelados, y tiene previsto confirmar la persona elegida a finales de este año.
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