El sindicato SATI y la representación de las empresas concesionarias del transporte interurbano del TIB se dirigen en estos momentos al Tribunal de Arbitraje y Mediación de Balears (TAMIB), después de que estas últimas hayan asegurado que tienen la intención de firmar finalmente el documento que ayer se redactó con un principio de acuerdo. Aunque desde el SATI se insiste en la necesidad de ser «cautos», se admite que si el cambio de postura empresarial es real, se darán las condiciones para suscribir un pacto y exponer posteriormente a la asamblea de trabajadores la desconvocatoria de la huelgas.
Hasta en dos ocasiones esta semana, y tras más de seis horas de reunión en ambos casos, las partes parecían haber alcanzado un preacuerdo para desconvocar la huelga y firmar el nuevo convenio. Las reuniones entre patronal y sindicato, sin embargo, terminaban por fracasar debido a la falta de entendimiento en las últimas fases de la negociación. Estos hechos han ido elevando la crispación entre los trabajadores y en el sindicato.
Este jueves ha sido el décimo día de huelga indefinida por parte de los trabajadores del TIB, que esta tarde han vuelto a concentrarse en la estación Intermodal de Palma en una protesta calificada por los convocantes como «silenciosa», pues los manifestantes presentes, pese a ir ataviados con chalecos amarillos y portar carteles con consignas y lemas reivindicativos, se mantienen en silencio a modo de protesta. Algunos, incluso, se han colocado mascarillas simulando una mordaza.
Los paros comenzaron el pasado día 18, en un período en el que ambas partes, al igual que el Govern, se han visto muy desgastadas por las intensas conversaciones. Respecto a la jornada de hoy, el sindicato ha lanzado un duro comunicado con afirmaciones como que los empresarios «han huido como ratas» o «sentimos mucha vergüenza al trabajar para esta gentuza» y ha creado una caja de resistencia para suavizar las repercusiones económicas de la huelga sobre los trabajadores.
Cabe recordar que la huelga se convocó ante el bloqueo que se registraba en la negociación del convenio colectivo de este servicio público, y que los paros se iniciaron el pasado día 18, primero con carácter intermitente y desde el día 25 ya con carácter indefinido. El Govern ha decretado unos servicios mínimos que afectan al 60% de las expediciones.
Cruce de reproches
La negociación que se ha desarrollado durante las últimas semanas se ha caracterizado por un cruce de reproches entre el sindicato SATI y la patronal del transporte regular respecto al mantenimiento de posturas inflexibles o poco realistas. Eso hacía, según admiten fuentes de la negociación, que cuando lograba superarse un escollo, aparecía otro sobre la mesa, hechos que han derivado poco a poco en un estancamiento en la negociación. .
De este modo, si la jornada y los descansos durante la misma generaron la primera colisión una vez iniciados los paros, una vez superado este problema la discusión paso a centrarse en el plus de antigüedad, y luego en los descansos entre jornada. La acusación mutua es que se han mantenido posiciones con muy escasa flexibilidad, lo que explica que la negociación se haya eternizado, con constantes fracasos tras cada reunión.
A ello hay que sumar los problemas para alinear las posturas de las tres empresas concesionarias de los autobuses del TIB en Mallorca, y el que cada paso que se daba tuviera que ser consultado posteriormente por sus altos cargos en las sedes de esas compañías. De ahí la acusación del SATI de que la patronal ha tenido «secuestrado» al Govern cuando éste ha intentado realizar las mediaciones.
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