En el centro de Noruega, rodeada de fiordos y con la presencia de la bella catedral gótica de Nidaros, se erige majestuosa Trondheim, la tercera ciudad más poblada del país escandinavo tras Oslo y Bergen.
En medio de una abrumadora naturaleza, donde el azul del mar se funde con las coloridas casas portuarias, las calles de Trondheim respiran fútbol. Familias, abuelas, padres y niños uniformados de blanquinegro y que comparten una pasión, una tradición, un orgullo que se hereda y no se discute: ser del Rosenborg.
Vista del Bakklandet de Trondheim / ‘X’
El Rosenborg es el club más laureado de Noruega, con sus vitrinas repletas de títulos domésticos y el único que puede presumir de haber disputado 286 encuentros internacionales, entre los que se cuentan 152 participaciones en la Champions League. Recordado es todavía en el Lekerdal Stadion el triunfo frente al Real Madrid del 27 noviembre de 1997, un Madrid que esa misma temporada acabó levantando la ‘Orejona’ en Amsterdam con el tanto de Pedrag Mijatovic.
Dejando atrás una mala racha
Los laureles del pasado empiezan a reverdecer en Trondheim tras unos años de dificultades económicas y deportivas. El Rosenborg pelea por recuperar el tiempo perdido y asomarse de nuevo a Europa, capitaneados por el jovencísimo Alfred Johansson (34 años) y un catalán que tiene muy claras sus ideas futbolísticas, siempre con la posesión como medio.
Jordi González lleva más de dos décadas en la fría Escandinavia, siempre a caballo entre Suecia y Noruega -llegó a formar parte del staff del combinado nacional junto a Per-Mathias Høgmo entre 2013 y 1016-. Lo que empezó como una aventura, «una experiencia lejos de casa», se convirtió en un contrato indefinido con el norte de Europa, donde ha vivido de primera mano la eclosión de una hornada de talentosos jugadores. Desde Alexander Isak en el AIK Solna a Sverre Nypan, la última gran promesa que ha fichado el Manchester City de Pep Guardiola.

Jordi González, entrenador asistente del Rosenborg noruego / ROSENBORG
Una filosofía distinta
“El fútbol y el deporte en general se fomenta aquí desde la base. Hay una inversión increíble a nivel de clubes y de país para que los niños y niñas practiquen deporte. Es una cosa que, a diferencia de España, forma parte del sistema ecudativo”, confiesa Jordi González a SPORT.
El técnico catalán señala ese punto como clave en los éxitos de Noruega a nivel futbolístico, con una generación de jugadores llamada a dominar las grandes ligas a corto y medio plazo y que dieron el salto al profesionalismo a muy corta edad. También es importante la confianza que depositan los clubes en los jóvenes valores. “No se mira el DNI sino los méritos”, reconoce González, filosofía muy arraigada en los países norteños y que Hansi Flick, por ejemplo, ha trasladado con éxito en su primer año como entrenador del Barça.
El Rosenborg está en la tercera eliminatoria de la Conference League tras superar al Banga lituano, con contundencia (7-0 en global) y se medirá el 14 de agosto al Hammarby sueco, penúltima ronda antes de entrar en la liguilla. En la Eliteserien, el equipo transita en una meritoria cuarta posición, consolidando un proyecto que se vio trastocado tras las marchas estivales de Sverre Nypan y Marius Broholm. La idea ha germinado en ilusión.