Serveis Ferroviaris ha pintado de azul los vagones del tren. Dice que este es el color tradicional y que se debe ser respetuoso con la tradición. Al tomar tal decisión no tuvo en cuenta que los hechos, principalmente las incidencias graves, tienen su propio color que puede impregnarse sobre la plástica de la normalidad en cualquier momento. Ayer ocurrió. Todo se volvió negro. Este es el tono de la pintura con el que el gerente de SFM, José Ramón Orta, tiñó un miércoles en el que a primera hora de la mañana se sucedieron un incidente en la catenaria y un descarrilamiento en las proximidades de la estación de Marratxí. Pasadas las cuatro de la tarde los operarios lograron recolocar el convoy sobre la vía. Mientras, caos, perjuicios generalizados y tópicos endosados a la ciudadanía como información veraz. Resignación también porque «una jornada negra» es poca novedad en unos SFM que ya acumulan demasiados días grises.
Cualquiera puede ser víctima de un accidente o quedar preso de un fallo mecánico. Si se trata de una empresa de transporte público, su solvencia también se determina por la capacidad de reacción y respuesta en estos casos y de cómo administra la comunicación con los pasajeros desde el momento en que la normalidad queda en vía muerta. Serveis Ferroviaris tiene mala calificación en este apartado, lo cual es particularmente reprobable a la vista de su denso historial de incidentes.
El billete subvencionado no excluye el derecho a la información clara y certera. En la época de la comunicación instantánea, revisores y conductores tuvieron que apañárselas ayer para templar ánimos con el pasaje. Ahora que tan en boga están los protocolos de actuación, no se tiene noticia de que SFM disponga de ellos en caso de incidencia. Buena voluntad y profesionalidad de los operarios. Nada más. Improvisación.
Incluso en julio, a primera hora de la mañana es difícil hallar pasajeros ociosos en un tren. Eran trabajadores, personas sujetas a obligaciones personales o familiares. Tenían derecho a saber a qué atenerse. A ser informados para informar a las víctimas colaterales de unas incidencias agravadas por el descarrilamiento de la noticia veraz.
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