Escasa vía para la información

Serveis Ferroviaris ha pintado de azul los vagones del tren. Dice que este es el color tradicional y que se debe ser respetuoso con la tradición. Al tomar tal decisión no tuvo en cuenta que los hechos, principalmente las incidencias graves, tienen su propio color que puede impregnarse sobre la plástica de la normalidad en cualquier momento. Ayer ocurrió. Todo se volvió negro. Este es el tono de la pintura con el que el gerente de SFM, José Ramón Orta, tiñó un miércoles en el que a primera hora de la mañana se sucedieron un incidente en la catenaria y un descarrilamiento en las proximidades de la estación de Marratxí. Pasadas las cuatro de la tarde los operarios lograron recolocar el convoy sobre la vía. Mientras, caos, perjuicios generalizados y tópicos endosados a la ciudadanía como información veraz. Resignación también porque «una jornada negra» es poca novedad en unos SFM que ya acumulan demasiados días grises.

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