BBVA sigue acelerando. La entidad financiera cerró el primer semestre de 2025 con un beneficio neto atribuido de 5.447 millones de euros, lo que supone un incremento del 9,1% respecto al mismo periodo del año anterior. El crecimiento se apoyó en la buena evolución del negocio en España y México, que siguen siendo sus dos principales motores.
El margen de intereses, una de las principales fuentes de ingresos del banco, subió un 10% interanual, hasta 12.607 millones de euros, impulsado por un aumento de la actividad del 6,3% en España y del 11,7% en México. Las comisiones netas, por su parte, también crecieron con fuerza: un 18%, hasta los 4.010 millones, gracias sobre todo al negocio de medios de pago y la gestión de activos.
En conjunto, los ingresos recurrentes del banco –es decir, la suma del margen de intereses y las comisiones– escalaron un 12%, hasta alcanzar los 16.617 millones de euros.
BBVA también saca pecho por su rentabilidad sobre capital tangible (RoTE), que en la primera mitad del año se situó por encima del 20%, así como por el crecimiento del valor tangible por acción más dividendos, cercano al 15%.
Con estos resultados en la mano, la entidad ha mejorado sus previsiones para 2025, anticipando una mayor rentabilidad y eficiencia a nivel global, y un crecimiento más sólido del crédito y el margen de intereses en el mercado español.
De cara al medio plazo, BBVA ha puesto cifras a sus ambiciones: espera obtener un beneficio acumulado de 48.000 millones de euros entre 2025 y 2028, con una rentabilidad sobre capital tangible del 22% y un capital de máxima calidad de 36.000 millones destinado a remunerar a sus accionistas.