El fuerte terremoto de 8,8 grados que ha tenido lugar frente a las costas de la península rusa de Kamchatka pilló a cirujanos del hospital de Petropavlovsk-Kamchatsky en plena operación. Lejos de salir corriendo para ponerse a salvo, las cuatro personas que en ese momento se encontraban en el quirófano protegieron con su cuerpo y con sus manos al paciente y sujetaron los aparatos que garantizaban su seguridad hasta que la tierra dejó de temblar. Los doctores pudieron concluir la intervención y actualmente el paciente se encuentra fuera de peligro. El terremoto dañó edificios y causó heridas a varias personas en la remota región rusa. Científicos rusos afirman que se trata del seísmo más potente que ha azotado la región desde 1952. Kamchatka y el lejano oriente ruso se encuentran en el Anillo de Fuego del Pacífico, una región geológicamente activa propensa a terremotos y erupciones volcánicas.