Stellantis ha sufrido un duro revés financiero en la primera mitad de 2025. Detrás de los 2.256 millones de euros en pérdidas y la caída del 13% en ingresos hay una batería de decisiones internas que marcan un punto de inflexión para el grupo. El gigante automovilístico ha desmontado parte de su estrategia tecnológica y reestructurado áreas clave, mientras se prepara para una remontada apoyada en nuevos modelos y en un renovado equipo directivo.
El mercado norteamericano ha sido uno de los mercado más afectados / Stellantis
Los dos mercados principales de Stellantis han sido también los grandes responsables del agujero. En Norteamérica, las ventas cayeron un 23% y generaron unas pérdidas operativas de 951 millones, arrastradas por los aranceles, la retirada de modelos y un exceso de incentivos. En Europa, el resultado operativo fue prácticamente nulo, con solo 9 millones de beneficio ajustado, a pesar del lanzamiento de nuevos modelos.
En contraste, Sudamérica se mantuvo como único salvavidas con un beneficio operativo de 1.188 millones, gracias al tirón en Argentina y a modelos como el Fiat Strada o el Fastback. Aun así, el impacto del real brasileño y el peso argentino limitaron el margen de mejora.
El coste de cambiar de rumbo
Las cifras esconden una reestructuración profunda. Stellantis ha asumido más de 3.300 millones de euros en cargos extraordinarios, entre los que destacan:
- 733 millones por abandonar su estrategia de pila de combustible (incluida la desinversión en Symbio).
- 789 millones por cancelación de programas y reclamaciones de proveedores.
- 269 millones en costes vinculados al nuevo marco regulatorio medioambiental en EE.UU., tras el fin de las multas CAFE.
- 246 millones por la venta de Stellantis Turquía.
- Otros 522 millones en recortes de plantilla y ajustes industriales, especialmente en Europa.
- Además, el grupo ha perdido 2.287 millones en flujo de caja operativo y ha visto cómo el margen operativo ajustado caía del 10% al 0,7%.
Nuevo equipo directivo
El relevo en la cúpula ha sido otra de las grandes claves. Antonio Filosa, nuevo CEO desde junio, ha tomado decisiones de calado en sus primeras semanas: reorganización de directivos, cancelación de tecnologías no rentables, reposicionamiento de productos y un enfoque más centrado en la rentabilidad inmediata. «Mis primeras semanas como CEO han reforzado mi profunda creencia de que arreglaremos lo que está mal en Stellantis capitalizando todo lo que está bien, empezando por la fuerza, la energía y las ideas de nuestra gente, así como la excelencia de los nuevos productos que estamos lanzando ahora. 2025 está demostrando ser un año difícil, pero también un año de mejora gradual. Se pueden ver signos tangibles de progreso al comparar el primer semestre de 2025 con el segundo semestre de 2024, con un aumento en los volúmenes, los ingresos netos y el AOI, pese a los factores externos adversos cada vez más fuertes. Nuestro nuevo equipo directivo, consciente de los retos que tenemos por delante, seguirá tomando las difíciles decisiones necesarias para restablecer el crecimiento rentable y mejorar significativamente los resultados”, dijo Filosa.

John Elkann junto a Antonio Filosa / Stellantis
En paralelo, Stellantis ha recuperado su previsión financiera para el segundo semestre, confiando en una mejora progresiva de ingresos y márgenes apoyada en diez nuevos lanzamientos. Entre ellos, el nuevo Jeep Compass, el DS Nº8 y el Citroën C5 Aircross basados en la plataforma STLA Medium.
También volverán productos icónicos como el Ram 1500 con motor HEMI V8, el Dodge Charger con motor térmico o el Peugeot 208 GTi, en una clara respuesta a la demanda del mercado por una mayor variedad tecnológica.
Pese a las cifras rojas, Stellantis mantiene una liquidez industrial de 47.200 millones de euros y prevé mejorar sus márgenes en el segundo semestre. La clave será si la nueva gama de productos y el giro estratégico logran recuperar ventas sin disparar los costes. El grupo se la juega en los próximos meses: si el rebote no llega, no quedará ya mucho más margen para ajustar sin tocar hueso.