María ha seguido esforzándose en secreto por recuperar su movilidad, pero ahora ya no lo hace sola. El médico le ha asegurado que con constancia puede mejorar más rápido, aunque ella teme que las mujeres de la casa descubran sus avances.
Por suerte, Gabriel está a su lado en todo momento, dispuesto a acompañarla y ayudarla en lo que haga falta: “Te mereces toda la ayuda posible por luchar como lo estás haciendo para seguir adelante”.
En un momento de conexión, María le ha confesado que siempre se ha sentido sola en casa de la Reina. Gabriel le ha tomado la mano y le ha dicho con sinceridad: “Ya no lo estás. Puedes confiar en mí”.
María, emocionada, ha movido su pierna lentamente, tocando la de él, como si ese pequeño gesto fuera una forma de agradecerle todo.
Su relación va creciendo poco a poco…. Y lo que parecía un simple apoyo, podría acabar en algo mucho más profundo. ¿Qué papel juega Begoña en todo esto? ¿Tienen tensión sexual?