Una serie de experimentos ha permitido comprobar que regresar a tiempos pasados con nuestra imaginación puede «reactivar» recuerdos perdidos y viabilizar una suerte de «reinicio» de partes de nuestra memoria. Los estímulos sensoriales podrían potenciar aún más la eficacia del «viaje mental», ofreciendo nuevas vías para terapias de rehabilitación cognitiva.
Científicos de la Universidad de Ratisbona (UR), en Alemania, han demostrado que el llamado “viaje mental en el tiempo”, o sea la evocación deliberada del contexto original en el que se formó un recuerdo, no solo mejora la recuperabilidad inmediata de la memoria, sino que también puede restaurar recuerdos que parecían perdidos.
Recuperar recuerdos
Esta técnica, basada en la hipótesis de un “rejuvenecimiento de la memoria” y aplicada en distintos experimentos, permite recrear internamente pensamientos, sensaciones y emociones asociados al momento de la codificación de un recuerdo, favoreciendo así su consolidación y recuperación. Los resultados se resumen en un estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).
Los investigadores, liderados por Karl‑Heinz Bäuml, diseñaron dos experimentos con 1.216 voluntarios divididos en grupos. En el primero, los participantes memorizaban una lista de palabras; en el segundo, un pasaje de texto. A algunos se les pidió simplemente recuperar la información en distintos momentos (4 horas, 24 horas y 7 días), mientras que a otros se les solicitó practicar el viaje mental para “reiniciar” el contexto original antes de cada intento de recuperación, según explica Medical Xpress.
Según los científicos, quienes aplicaron esta última estrategia lograron revertir la típica curva de olvido: su capacidad de recuerdo a corto y largo plazo volvió a asemejarse al nivel registrado inmediatamente tras el aprendizaje. Las evidencias muestran que el “viaje mental en el tiempo” revierte dos efectos fundamentales del olvido: la disminución rápida de la recuperabilidad poco después de la codificación y el incremento de la tasa de olvido con el paso del tiempo, según informa The Debrief.
La importancia de las experiencias sensoriales
Al recrear el entorno interno original, las personas “crean” una “nueva copia” del recuerdo en su estado inicial, incrementando tanto su accesibilidad inmediata como su resistencia al olvido futuro. A pesar de esto, el beneficio fue mayor cuando el intervalo entre la codificación y el viaje mental era corto (4 ó 24 horas), mientras que a los 7 días la proporción de memoria “rejuvenecida” se redujo considerablemente.
Referencia
Reinstating memories’ temporal context at encoding causes Sisyphus-like memory rejuvenation. Karl-Heinz T. Bäuml et al. PNAS (2025). DOI:https://doi.org/10.1073/pnas.2505120122
Estos hallazgos indican que los ciclos de “rejuvenecimiento” podrían ser claves para prolongar la vida útil de los recuerdos, mostrando la importancia de permanentes revisiones sobre dichos recuerdos. En ese sentido, los investigadores subrayan la necesidad de analizar cómo estos efectos se traducen a recuerdos autobiográficos ricos en matices emocionales y sensoriales.
Todo indica que, en contextos reales, los estímulos multisensoriales, como olores, sonidos y emociones, podrían potenciar aún más los resultados del viaje mental, ofreciendo caminos alternativos para terapias de rehabilitación cognitiva, por ejemplo en pacientes con amnesia parcial o trastornos de la memoria.