La exposición a altas temperaturas entorpece el aprendizaje de los niños, especialmente en disciplinas complejas como las matemáticas

Vivir de forma prolongada en entornos con altas temperaturas supone un riesgo para la salud. Pero además, según apunta un estudio internacional publicado este miércoles en la revista ‘PLOS Climate’, la exposición al calor extremo también podría estar minando silenciosamente el aprendizaje de los más jóvenes, sobre todo en asignaturas que requieren mayor esfuerzo cognitivo, como las matemáticas. El análisis advierte que la exposición prolongada a altas temperaturas afecta de manera significativa la capacidad de los estudiantes para asimilar conocimientos y podría estar ampliando brechas educativas y sociales. «Los estudiantes en zonas socioeconómicamente desfavorecidas son los más afectados», afirma el trabajo.

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