Vivir de forma prolongada en entornos con altas temperaturas supone un riesgo para la salud. Pero además, según apunta un estudio internacional publicado este miércoles en la revista ‘PLOS Climate’, la exposición al calor extremo también podría estar minando silenciosamente el aprendizaje de los más jóvenes, sobre todo en asignaturas que requieren mayor esfuerzo cognitivo, como las matemáticas. El análisis advierte que la exposición prolongada a altas temperaturas afecta de manera significativa la capacidad de los estudiantes para asimilar conocimientos y podría estar ampliando brechas educativas y sociales. «Los estudiantes en zonas socioeconómicamente desfavorecidas son los más afectados», afirma el trabajo.
El estudio, liderado por Konstantina Vasilakopoulou (Real Instituto Tecnológico de Melbourne) y Matthaios Santamouris (Universidad de Nueva Gales del Sur), revisó siete trabajos que, en su conjunto, recopilan datos de casi 14,5 millones de estudiantes en 61 países. La conclusión fue clara. Y es que el calor acumulado impacta negativamente en el aprendizaje, con mayor intensidad en tareas complejas como las matemáticas, frente a otras más simples como la lectura. Este fenómeno es especialmente grave en zonas vulnerables y países con menos recursos, donde las escuelas viven situaciones de calor extremo sin infraestructuras suficientes de climatización. «Las pérdidas de capital cognitivo en las generaciones jóvenes pueden obstaculizar el progreso económico, social y cultural de las naciones más vulnerables», advierten los investigadores.
El análisis recopila datos de casi 14,5 millones de estudiantes en 61 países y demuestra que el impacto del calor extremo ya se extiende en las escuelas de todo el mundo
Medidas contra el calor
Las conclusiones de PLOS Climate se suman a un creciente cuerpo de evidencias que asocian el calor extremo con un peor rendimiento académico. Un análisis de la Universidad de Harvard publicado en ‘Nature Human Behaviour’, por ejemplo, demuestra que los alumnos expuestos a días calurosos durante los exámenes finales obtienen peores calificaciones, especialmente en centros con baja disponibilidad de sistemas de climatización. Otro estudio de la revista ‘Environmental Research Letters’ liderado por el investigador Jisung Park también indica que los estudiantes de secundaria retienen menos aprendizajes anuales cuando el año escolar transcurre bajo temperaturas elevadas. En Europa, investigaciones de ISGlobal detectan que los episodios de calor extremo se asocian a un deterioro de la memoria de trabajo y de la atención en escolares.
Los expertos sugieren reorganizar los calendarios escolares para evitar exámenes en los días más calurosos del año
Ante estas eevidencias los expertos subrayan la necesidad de implementar medidas de adaptación climática para minimizar el impacto del calor en las escuelas, las aulas y, en definitiva, en el aprendizaje de los jóvenes. Entre las medidas más reclamadas destaca mejorar la ventilación de las aulas, instalar sistemas de refrigeración y habilitar espacios de sombra, así como refugios climáticos, en los centros educativos. También sugieren reorganizar los calendarios escolares para evitar exámenes en los días más calurosos del año. «El coste social del calentamiento global es enorme y afecta principalmente a los menos responsables del problema», resume Vasilakopoulou.
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