La reunión en el Tribunal de Arbitraje y Mediación de Baleares (TAMIB) para tratar de desconvocar la huelga indefinida del TIB superaba este miércoles las nueve horas de duración sin que se hubiese alcanzado un preacuerdo entre el sindicato SATI y las empresas concesionarias del transporte regular de autobuses. Por segunda jornada consecutiva, ambas partes se citaron en la sede del TAMIB para negociar las condiciones necesarias para redactar un nuevo convenio colectivo que, para poder desbloquear el conflicto, debía ser ratificado al día siguiente por la asamblea de trabajadores.
Pasada la medianoche, todavía no se conocían los detalles sobre los avances entre las posturas de ambas partes, que llevaban sentadas en la mesa de negociación desde las cuatro de la tarde. El principal escollo con el que retomaron ayer la reunión, tras las seis horas del martes, se situaba en torno a los descansos mínimos entre jornadas. Una cuestión que, 24 horas antes, el SATI consideraba una cuestión de «vital importancia» y a la cual no estaban «dispuestos a renunciar». Por otro lado, la organización sindical también lamentaba que «lejos de poder culminar el preacuerdo», la patronal «venía con ganas de recortarnos en otros asuntos que ya habían sido acordados y solo faltaba hacer el texto definitivo».
Medio centenar de manifestantes se agolparon en el aeropuerto para exigir mejoras salariales y laborales. | SATI
Posturas inflexibles
La negociación que se ha desarrollado durante las últimas semanas se ha caracterizado por un cruce de reproches entre el sindicato SATI y la patronal del transporte regular respecto al mantenimiento de posturas inflexibles o poco realistas. Eso hacía, según admiten fuentes de la negociación, que cuando lograba superarse un escollo, aparecía otro sobre la mesa, según reconocen miembros de estas organizaciones.
De este modo, si la jornada y los descansos durante la misma generaron la primera colisión una vez iniciados los paros, tras haber superado este problema, la discusión pasó a centrarse en el plus de antigüedad, y luego en los descansos entre jornadas. La acusación mutua es que se han mantenido posiciones con muy escasa flexibilidad, lo que explica que la negociación se haya eternizado, con constantes fracasos tras cada reunión.
A ello hay que sumar los problemas para alinear las posturas de las tres empresas concesionarias de los autobuses del TIB en Mallorca, y el que cada paso que se daba tuviera que ser consultado posteriormente por sus altos cargos en las sedes de esas compañías.
De ahí la acusación del SATI de que la patronal ha tenido «secuestrado» al Govern cuando éste ha intentado realizar las mediaciones.
Novena jornada de paro
Respecto al día de ayer, representantes del sindicato convocante de los paros se desplazaron hasta al aeropuerto para mostrar su protesta ante los turistas que circulaban por Son Sant Joan, donde permanecieron un par de horas para desplazarse luego hasta la estación intermodal de Palma.
Un aspecto a tener en cuenta es que el apoyo de los trabajadores a los paros se ha mantenido alto, pero con una ligera tendencia a descender según los datos del Govern, ya que, si se inició la semana con un 97% de seguimiento, el martes ser situó en un 95% para quedarse en un 93% durante la mañana de ayer.
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