Luca Hoek, a sus 17 años, volvió a deslumbrar en las semfinales de los 100 libre en los que consiguió rebajar el récord de España hasta el 48.04. Una marca que le sirvió para ser sexto de su semifinal, pero que no le entregó el pase a la final, al acabar con el decimocuarto mejor tiempo de todos los participantes.
Hoek nadó por la calle 1 en la primera de las dos semifinales, con el húngaro Nandor Nemeth, un gran referencia, a su izquierda, por la calle dos. En la misma serie participaron Zhanle Pan, por la calle tres y Kyle Chalmers, por la cuatro, dos de los grandes protagonistas de la distancia. Tras una gran salida, el nadador nacido y criado en Sitges, pasó en 22.56 el primer 50, dominando la serie en la primera plaza. Sufrió en los últimos 50 y fue finalmente sexto, a punto de romper la barrera del 48 que se había marcado como objetivo para este campeonato. Firmó un 48.04 que mejoraba en mucho el récord de España conseguido por él mismo en las series matinales: 48.23.
En la segunda semifinal, más rápida que la primera, Jack Alexy firmó la mejor marca con 46,81, récord americano, por delante de Popovici 46.84. Tercero fue Egor Kornev, el nadador ruso que compite con bandera neutral. La gran sorpresa fue el chino Zhanle Pan, el campeón olímpico y mundial, que se quedó fuera de la final, con la décima mejor marca.
Los favoritos cumplen
En la primera final de la jornada, el tunecido Ahmed Jaouadi dominó los 800 libre de principio a fin para llevar el oro con una marca de 7:36.88, tercera mejor marca de todos los tiempos. Por detrás subieron al podio los alemanes Sven Schwarz (7:39.96) y Lukas Martens, a más de dos segundos del ganador.
En la final femenina de los 200 libre, la australiana Mollie O’Callaghan cumplió con los pronósticos y con un potente último largo se colgó el oro con 1:54.52. La china Bingjie Li remontó en los último 50 para subir al segundo escalón del podio con 1:53.48, superando a la estadounidense Claire Weinstein.