Caja Rural y CB Zamora sellaron este miércoles la renovación de su convenio oficial de patrocinio. Un apoyo fundamental para el club que permite, en gran medida, que «cada quince días haya toda una fiesta en el pabellón» con motivo de los partidos que disputa el conjunto que recoge el nombre de la firma financiera y la entidad deportiva. Un bloque que, con un «presupuesto muy similar al del año pasado» intentará prolongar su estancia en Primera FEB y, quizá, soñar con llegar algún día a la élite.
Cipriano García y Gerardo Hernández de Luz atendieron a los medios de comunicación para explicar la importancia de este convenio y su valor, tanto para la ciudad de Zamora como a nivel deportivo. El presidente de Caja Rural no dudó en afirmar que «el nombre del equipo refleja fielmente lo que representamos, tanto nosotros como el CB Zamora», compañero de viaje al que calificó como «emblemático». «El año pasado se puso en marcha un proyector interesantísimo, de gran valor, y el esfuerzo de la familia De Luz y sus colaboradores ha permitido que la provincia de Zamora tenga muchas satisfacciones en el mundo del baloncesto», comentó, destacando que «el pasado año, había unas expectativas muy altas y el club ha cumplido sobradamente, siendo una entidad seria, competitiva y que ha dado a la afición grandes alegrías».
García destacó que, por ello, la renovación del convenio es tan importante y que tiene un objetivo claro: «dar continuidad al proyecto». Una realidad que Gerardo Hernández de Luz, «que ha estado en el club incluso antes de su fundación» pasó a detallar, situándolo en la realidad deportiva en la que transcurre. Un entorno que no es tan amable fuera de la pista como cabría esperar, ya que la competición es «muy exigente».
Hernández de Luz no dudó en agradecer públicamente el apoyo a Caja Rural, tanto al CB Zamora como a todos los proyectos de trascendencia regional y nacional con los que se alinea en diferentes ámbitos (deportivo, social, económico), pero especialmente «en el mundo de la canasta». Un espacio en el que han ayudado a crecer a la entidad que preside.
«El año pasado se mascaba la ilusión. Tras varias temporadas buenas, ascendimos a LEB Oro en una campaña maravillosa. Era el momento idóneo y se consiguió, pero ahora ya conocemos la Primera FEB desde dentro y eso nos asusta», comentó el presidente de un CB Zamora rodeado de «estructuras económicas de gran exigencia» en su liga. Un terreno hostil en el que ha ido «creando un cesto con los mimbres que se han podido obtener; quitando de aquí y poniendo de allá, en una situación que requiere de exquisita austeridad económica» para lograr mantener su hueco en las alturas del baloncesto nacional. Una posición que valoró enormemente: «en España hay 151 ciudades con más de 60.000 habitantes y, sabiendo los recursos de Zamora, es casi un milagro pertenecer a ese 12% de ciudades que están representadas en esta competición».
Consciente de esa dificultad que supone competir contra «clubes que duplican el presupuesto» del CB Zamora, el club zamorano tiene intención de reunir todos los apoyos posibles como el de Caja Rural para intentar «prolongar la fiesta» que se vive cada 15 días en el Ángel Nieto. «El poder ir a casa de Movistar Estudiantes y ver allí cientos de zamoranos, en un pabellón con 12.000 asientos y más de 7.000 espectadores, para ver jugar al Caja Rural CB Zamora es todo un orgullo. Es realmente emotivo para mí, y esa es la sensación que buscamos. El pasado curso, con el pabellón lleno, cada partido en casa es una fiesta y queremos que esas celebraciones se prolonguen una temporada más», comentó el presidente del club azulón.
En cuanto a la estructura de la plantilla para el presente curso, Hernández de Luz aseguró que confía plenamente en su hijo y entrenador Saulo Hernández. «Se maneja perfectamente bien en los complejos mercados del baloncesto», apuntó, indicando que pese a ello «resulta difícil competir contra clubes que pueden pagar el doble que tú por un jugador». Una dura realidad que ejemplificó detallando que, dentro de las salidas vividas este año, «muchos se han ido a cobrar más del doble» de lo que cobraban en el Caja Rural CB Zamora, siendo imposible repetir la apuesta del curso anterior cuando se buscó renovar al grupo central de la plantilla que logró el ascenso.
Por último, el presidente del CB Zamora invitó a la afición a ser optimista y seguir mostrando esas ganas e ilusión por el baloncesto en cada partido. Un motor tan importante como el económico para un club que ha pasado «de los 200 a los 800 socios» y que busca nuevas formas de seguir creciendo para competir con presupuestos gigantes y ciudades mucho más grandes por disfrutar del mejor baloncesto. Una lucha en la que tanto Caja Rural como Gerardo Hernández de Luz, Saulo Hernández, jugadores y aficionados se embarcan «soñando con llegar, quizá, algún día a la ACB». Una meta a la que aseguró solo se puede llegar «remando todos en el mismo sentido».