Lo que inicialmente había sido concebido como una solución para deportistas, para hacer más sostenibles los envases de los alimentos que ingieren mientras van por el campo o la montaña, ha acabado siendo un proyecto a lo grande. Hace tan solo unos días, el fondo hispano-israelí Swanlaab ha cerrado una ronda de financiación por valor de 1,6 millones de euros con la que la ‘start-up’ barcelonesa Pack2Earth podrá invertir en inteligencia artificial y desarrollar así sus nuevos productos. La operación ha contado con la participación del ‘family office’ alemán JRV Holding, de Creand Credit Andorrà, del fondo español Tech Transfer Agrifood (gestionado por Clave Capital) y de un pequeño grupo de inversores privados.
Ya antes, la multinacional Mondelez, fabricante de marcas como Oreo, Milka y Toblerone, se había interesado por el proyecto. «Lo que ofrecemos son los materiales con los que hacer esos envases de origen biológico, que son aptos para productos de larga duración, ya sean secos, semilíquidos o líquidos, y que pueden eliminarse con los residuos orgánicos, como los restos de comida», explica Françoise de Valera, cofundadora y directora general de Pack2Earth, elegida también por el Ministerio de Agricultura y Alimentación y por AgroBank en el programa Tech Digital Innovation.
«Lo que hacemos en Pack2Earth es investigar, desarrollar y formular nuevos materiales, fundamentalmente a partir de plantas, de minerales y de restos agrícolas, de manera que las empresas pueden fabricar sus propios envases con sus propias maquinarias, sin necesidad de invertir en nuevos equipos», prosigue De Valera. El proyecto, que nació en 2017 en Barcelona como una división dedicada a la innovación en ‘packaging’ de Food Sourcing Specialists, distribuidora de productos de nutrición deportiva, se constituyó como empresa de I+D+i en el desarrollo de materiales sostenibles en 2022, para atender «la alta demanda de pilotos y el gran interés del mercado».
Antes de la operación concretada este mes de julio, la compañía había recibido otro millón de euros de capital privado en una rondaa de financiación presemilla y un millón más procedente de fondos públicos«, señala la cofundadora. Todo empezó, relata De Valera, por su afición a la montaña. «Es un proyecto que da respuesta a uno de los grandes retos medioambientales de nuestro tiempo, con un enfoque escalable, de alto impacto y diferencial», destacaba la socia general de Swanlaab Innvierte Agrifood-Tech, Claudia Jiménez, en la presentación de acuerdo de financiación.
Envases tirados en el bosque
«Tanto mi pareja y socio, Glenn du Pree, como yo somos aficionados a practicar ‘trails’ y senderismo, y habíamos ido observando con preocupación cómo cada vez encontrábamos más cantidad de envases tirados en plena naturaleza«, cuenta la emprendedora. Ese fue el detonante que le hizo dejar su anterior ocupación como directora de operaciones del Mobile World Congress para dedicarse a revolucionar el mundo del embalaje. «Participé en el primer equipo del MWC, el que lo trajo a Barcelona, y fueron años apasionantes, pero llegó un momento en que mis preocupaciones fueron otras», explica.
De momento, el equipo de Pack2Earth ha patentado ya un material de producción 100% propia y está pendiente de validar otros dos. Trabaja también en 25 planes piloto con empresas, entre las que se encuentran nombres reconocidos como Vicky Foods y Angulas Aguinaga. «Estamos consiguiendo ya que nuestros materiales sostenibles sustituyan a plásticos contaminantes equivalentes a 43.000 toneladas métricas de CO2, y el propósito es llegar a las 86.000 toneladas para 2030», señala.
El programa de AgroBank y el ministerio
Es por ello, por lo que el ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y el programa Agrobank Tech Digital Innovation, que cada año seleccionan a una quincena de jóvenes empresas del sector agroalimentario, han incluido este año en su lista de proyectos a Pack2Earth. «Este convenio con la filial de CaixaBank -destaca el ministerio que dirige Luis Planas en un comunicado- estará en vigor hasta el año 2026 y cuenta con una inversión de 640.000 euros«, añade la nota, que destaca que el objetivo del plan, que este año llega a su tercera edición, es «buscar soluciones a los retos a los que se enfrenta el sector agroalimentario, así como atraer y retener el talento tecnológico».
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