El juicio por el desahucio de las exmonjas del Monasterio de Belorado (Burgos) ha quedado visto para sentencia este martes en una vista oral en la que las exclarisas han defendido ser las legítimas propietarias del inmueble, mientras el Arzobispado ha insistido en que dejaron de formar parte de la comunidad religiosa cuando decidieron abandonar la Iglesia católica.
El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Briviesca (Burgos) ha acogidoel juicio por la demanda de desahucio presentada por el Arzobispado contra las ocho exmonjas que siguen en el Monasterio de Belorado, excomulgadas en junio de 2024 por un delito de cisma.
El abogado de las exmonjas, Florentino Aláez, ha basado su defensa en que las personas jurídicas gozan de libertad religiosa y, por tanto, del derecho a separarse de una confesión religiosa, y ha insistido en que cuando tomaron la decisión en mayo del pasado año lo hicieron como comunidad religiosa. Aláez ha asegurado que por tanto no fueron las exmonjas las que, a título individual, decidieron separarse de la Iglesia católica sino la comunidad del Monasterio de Santa Clara de Belorado, de modo que ellas siguen siendo las titulares propietarias del convento. «La propiedad del monasterio pertenece a una persona jurídica, que es a la comunidad monástica, en eso estamos todos de acuerdo», ha matizado el abogado en declaraciones a los medios tras la vista oral, en la que han estado presentes las exmonjas aunque no han declarado.
Sin embargo, Florentino Aláez ha defendido que fue la comunidad monástica prácticamente en su totalidad la que acordó abandonar la Iglesia católica, transformar la entidad religiosa en asociación civil y mantener a la exabadesa sor Isabel -Laura García de Viedma- como representante legal. Ha negado que el arzobispo de Burgos, Mario Iceta, ostente ninguna representación legal sobre Belorado, insistiendo en cuestionar la validez de su nombramiento como comisario pontificio, y bajo la defensa del derecho a la libertad religiosa, ha solicitado la desestimación de la demanda de desahucio.
Ocupación en «precario»
Por su parte, el abogado del Arzobispado ha afirmado que una separación de la Iglesia católica por parte de una entidad religiosa es cuestión del derecho canónico, y ha apuntado que, en el caso de Belorado, las exmonjas perdieron su condición de religiosas el 8 de mayo. En ese momento dejaron también de pertenecer la comunidad religiosa de Belorado, que sigue existiendo y cuyo representante legal es el arzobispo Mario Iceta, como comisario pontificio, y ha asegurado que las exreligiosas ocupan «en precario» el monasterio burgalés, del que deben salir.
En la vista oral, la defensa de las exmonjas ha solicitado la declaración de Mario Iceta, quien ha delegado poderes en el abogado Rodrigo Saiz, quien ha recordado que la decisión de abandonar la Iglesia católica fue un acto libre y voluntario «que condiciona todo lo demás». Con la firma del manifiesto católico el 8 de mayo -hecho público el día 13-, las religiosas perdieron su condición de monja, dejando de pertenecer a la comunidad de Belorado, y perdiendo también toda capacidad de gestión y administración sobre el monasterio y sus bienes.
«El proceso de excomunión ratifica su voluntad de abondar la Iglesia, sin que nadie las coaccionase y obligase», ha insistido, pero esa decisión supuso cometer un delito de cisma según el derecho canónico y que la exabadesa perdiera todos los poderes sobre la comunidad, que ahora ostenta Iceta.
Tras la vista oral de este martes, la jueza titular del juzgado briviescano deberá emitir sentencia, que determine si las exmonjas deben o no abandonar el monasterio de Belorado, una salida forzosa que en caso de acordarse tardará en producirse pues, ante la sentencia, cabe recurso.