El creciente malestar entre los usuarios de la línea C-6 de autobús entre Alicante y el aeropuerto, provocado por los retrasos derivados de las obras en el entorno de Vázquez de Mella, ha encontrado eco entre los propios trabajadores del servicio. El Comité de Empresa de Automóviles La Alcoyana, la compañía concesionaria del transporte, ha alzado la voz para denunciar lo que considera una “precariedad planificada” por parte de la empresa y una “absoluta falta de previsión” tanto por parte de la concesionaria como de las administraciones responsables.
En un comunicado remitido este martes, el comité, integrado por representantes de la CGT, exige medidas inmediatas para garantizar tanto la seguridad de la plantilla como la calidad del servicio, especialmente durante los turnos nocturnos. La gota que ha colmado el vaso, aseguran, ha sido una nueva situación de riesgo vivida por una conductora durante la madrugada, sin apoyo operativo ni presencia de inspectores. “Esta exposición no es casual, es precariedad planificada”, subrayan desde el comité, que ha solicitado la paralización del servicio nocturno como medida de presión. Según afirman, tras horas de negociación, la empresa se ha comprometido a establecer un servicio de inspección durante la noche, aunque advierten de que estarán vigilantes ante su implementación efectiva: “Los derechos laborales y la seguridad no se negocian, se garantizan”.
Colapso
Más allá del ámbito laboral, el comité también denuncia el colapso en el funcionamiento de la línea C-6 desde que entraron en vigor los desvíos provisionales a causa de las obras en las faldas del Benacantil. Estos desvíos, recuerdan, han incrementado notablemente los tiempos de recorrido, sin que se haya modificado la planificación horaria ni reforzado el servicio. “Lo que antes eran cinco minutos de trayecto ahora son quince o más, con los mismos recursos. Los usuarios pierden vuelos y los conductores están sometidos a una presión insoportable”, denuncian. A ello suman la “pasividad” del Ayuntamiento de Alicante, al que reprochan no haber impulsado carriles bus provisionales ni alternativas como las que se aplicaron durante las fiestas de Hogueras y cuestionan el uso de los beneficios generados por una línea que transporta a más de 1,2 millones de personas al año: “¿Cómo se justifica que con los ingresos que genera esta línea, la empresa solo piense en recortar costes mientras el servicio público se desangra?”.
Recursos
En respuesta a estas acusaciones, fuentes oficiales de Automóviles La Alcoyana consultadas por este diario aseguran que la compañía “dispone de todos los recursos necesarios para la prestación de los servicios de transporte que gestiona” y que “toma las medidas provisionales que se requieren ante incidencias temporales que puedan afectar al tráfico”. Además, lamentan el tono utilizado por el comité y consideran que “se excede en sus funciones inmiscuyéndose en cuestiones que le son completamente ajenas”, lo cual, a juicio de la empresa, “podría afectar a la confianza de los ciudadanos en la calidad del transporte público en un momento en que las cifras de usuarios siguen creciendo”.
La situación de la línea C-6, que conecta el centro de Alicante con el aeropuerto de El Altet y que atraviesa una de sus etapas más activas gracias a la mejora de frecuencias y la incorporación de un servicio nocturno, se ha visto alterada por el desvío implantado desde el 23 de julio y que, según el Ayuntamiento, se mantendrá hasta el 1 de octubre. El cambio de recorrido traslada la parada de Vázquez de Mella al Hotel Maya y obliga al autobús a atravesar el centro por zonas de alta densidad de tráfico, lo que ha generado quejas tanto de usuarios como de conductores. Desde el consistorio señalan que no se ha registrado ninguna queja formal y que se mantiene la colaboración con la empresa para minimizar el impacto de las obras. “La plantilla no puede más. El servicio está al límite. No vamos a permitir que se juegue con nuestra seguridad ni con el derecho a un transporte público digno. Alicante merece algo mejor. Y la plantilla también”, finaliza el comité de empresa.
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