Habla desde una sede pagada con dinero de la Gürtel

Jornada de repaso del curso político la del 28 de julio, tanto para los que ocupan asientos en el Congreso de los Diputados como para los periodistas. Algunas de las conclusiones obtenidas tras lo acontecido en este tiempo se ofrecieron en las tertulias de distintos programas de televisión dedicados a la crónica social y política. Una de esas mesas de debate se llevó a cabo, como suele ser habitual, en el espacio Más vale tarde, de LaSexta. Uno de los que trasladaron sus perspectivas fue Ramón Espinar, quien habló sobre los discursos pronunciados por Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo.

De esta manera, Espinar explicaba que «por la mañana hemos visto a Sánchez, visiblemente delgado y con un aspecto acorde a las circunstancias que tiene, pero desplegando un discurso de país, analizando los datos de su mandato y proponiendo lo que quiere hacer con los dos años que restan de legislatura«. No obstante, parecía encontrar a Feijóo en una situación más compleja, como si lo viera tratando de abordar una misión imposible: «Luego hemos visto a Feijóo con una frontal en la frente y una linterna en la mano, metido en una ciénaga, buscando entre la basura el siguiente titular para echarle en cara al presidente del Gobierno«. Búsqueda de titulares que realiza, tal y como subrayaba Espinar, desde la sede de Génova 13.

Es decir, todo el impulso a la regeneración democrática y a la limpieza de la corrupción la pretende hacer desde la sede de Génova 13, cuya reforma todavía está pagada con dinero de la Gürtel

Aunque no acababa ahí su exposición el politólogo, sino que en una jornada en la Sánchez y Feijóo realizaron comparecencias en las que ninguno de los dos mencionaron los más llamativos sucesos acontecidos en los últimos meses, como los casos surgidos en torno a Santos Cerdán o Cristóbal Montoro. Hechos que no han sido mencionados a pesar de la magnitud que han alcanzado la corrupción en el debate político durante el año.

Declaraciones emitidas desde un atril en las que Sánchez sí llegó a admitir preguntas, pero Feijóo no, algo en torno a lo que Espinar ofrecía su opinión afirmando que el líder de los populares se queja de que el presidente del Gobierno no responde; sin embargo, «el que ha comparecido sin preguntas es él dando un meeting en una reunión de partido… Pero bueno, esto es algo ya habitual», sentenciaba.