El canciller alemán, Friedrich Merz, admite que el puente aéreo de ayuda para Gaza activado por su gobierno será “una pequeñísima contribución” que poco puede paliar el “inhumano sufrimiento” de la población gazatí. Para el rey jordano, Abdallá II, con cuyo gobierno coordina Berlín este operativo, puede servir para aumentar la presión internacional sobre Israel, por proceder de uno de sus aliados más incondicionales, Alemania. Para oenegés como Amnistía Internacional, es un intento de Alemania para “lavarse la cara” ante su complicidad en los crímenes contra la humanidad que comete Israel.
Merz, acompañado del rey jordano, presentó este martes la puesta en marcha del puente aéreo, por el que se lanzará en paracaídas paquetes de ayuda humanitaria. Es una operación similar a las anunciadas por Francia y Reino Unido. Mientras el canciller daba detalles sobre el operativo, un grupo de oenegés y profesores universitarios advertían de que los lanzamientos de ayuda por aire son ineficaces, incontrolados o hasta peligrosos, puesto que no se sabe a qué manos irán a parar los suministros.
“Queremos acabar cuanto antes con el sufrimiento de la población civil de Gaza”, insistió el canciller junto al rey jordano. Repitió así su frase del día anterior, tras una reunión de su Consejo de Seguridad, convocada ante el clamor de críticas al incondicional apoyo alemán a Israel. Son críticas que proceden no ya únicamente de la sociedad civil, sino de funcionarios del ministerio de Exteriores y del grupo parlamentario socialdemócrata en el Bundestag (cámara baja), los socios de coalición del bloque conservador de Merz.
En cada una de sus comparecencias de estos días, ha apremiado el canciller alemán al primer ministro israelí, Binyamin Netanyahu, a que “mejore notablemente la llegada de ayuda humanitaria a Gaza”. Ante el rey jordano consideró que las pausas humanitarias a las que ahora ha accedido Israel son resultado de las presiones que ejerce el llamado E3, grupo integrado por Alemania, Francia y Reino Unido. Este martes partieron los dos primeros aparatos alemanes hacia Amán, donde se coordinarán los vuelos posteriores hasta Gaza.
El hecho de que se denomine ‘puente áereo’, término que en Alemania remite al que en 1948 organizó la aviación aliada para salvar a Berlín del bloqueo soviético, es un ‘eufemismo’, advirtió Julia Duchrow, secretaria general de Amnistia Internacional en Alemania. El operativo de entonces llevó a los habitantes del sector occidental berlinés 2.000 toneladas diarias de suministros, en aviones que aterrizaban cada pocos minutos en el aeropuerto de Tempelhof. Ahora se lanzarán desde el aire “cargamentos simbólicos”, insistió Riad Othman, de Medico Internacional.
“Es una gota en el desierto”, resumió el rey jordano, tras calificar de absolutamente insuficiente la ayuda humanitaria por vía terrestre que desde hace unos días permite Israel. Están entrando unos 60 camiones por semana, mientras que serían necesarios al menos 150 al día, según Abdallá II.
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