Ahora que llega el verano siempre nos asalta la misma duda ¿me puedo quemar la piel con el sol si voy en el coche? Hay gente que dice que incluso da más por el efecto lupa de los cristales, mientras que otros señalan que la radiación no es capaz de atravesar el parabrisas. ¿Cuál es la realidad?
El parabrisas delantero, por normativa, está hecho con vidrio laminado, más grueso y con una cierta protección contra los rayos UV. De hecho, bloquea casi todos los UVB, que son los que queman, y reduce bastante los UVA, aunque no del todo. El problema viene cuando hablamos de los cristales de las ventanillas y de la luna posterior, que suelen ser de vidrio templado, sin ese tratamiento. Ahí, puede pasar más del 50% de la radiación UVA.
Transportista con el brazo quemado por el sol mientras conduce / Neomotor
Eso significa que si estás conduciendo bajo el sol, durante media hora o más, tu piel está absorbiendo esa radiación, aunque no abras la ventana. Y si haces eso cada día, durante meses o años, el daño se acumula. Hay estudios que han encontrado una mayor incidencia de cáncer de piel en el lado izquierdo de la cara, el brazo y el cuello en conductores de países como España, donde se circula por la derecha. Es el lado que queda más expuesto a la ventana.
Logicamente, los que más lo sufren son los camioneros, transportistas, taxistas o conductores de reparto en épocas estivales. Varios estudios demuestran que muchos de estos conductores desarrollan lesiones o melanomas en el lado izquierdo de la cara, más expuesto a la ventana.

Imagen de un camionero tras años expuesto al sol en la carretera / The New England Journal of Medicine
Uno de los casos más impactantes lo publicó The New England Journal of Medicine: la imagen de un camionero de 69 años con el lado izquierdo del rostro visiblemente más envejecido tras 28 años conduciendo con el sol dándole por esa ventana. La diferencia entre ambos lados de la cara habla por sí sola.
¿Necesito protector solar si voy en el coche?
Aunque parezca raro echarse crema antes de subir al coche, es exactamente lo que recomiendan los dermatólogos. Si vas a estar al volante durante más de 30 minutos con luz solar directa —lo que en verano es prácticamente cualquier momento del día— deberías usar un protector con factor 30 como mínimo, y que sea de amplio espectro, es decir, que proteja frente a UVA y UVB.
Hay opciones ligeras, en formato gel o spray, que no dejan residuos en la piel ni hacen incómodo el contacto con el volante. No hace falta que te embadurnes, pero sí que cubras las zonas más expuestas: cara, cuello, brazos y manos.

Conductora poniéndose crema solar antes de emprender un viaje por carretera en familia / Neomotor
Y no basta con una sola aplicación. Si vas a estar varias horas en carretera, lo ideal es reaplicar cada dos horas. Es lo que aconsejan desde organizaciones como la Society of Dermatology Physician Assistants. El sudor, el roce con la ropa o el cinturón, e incluso el contacto con superficies, hacen que la protección pierda eficacia con el paso del tiempo.
¿Y si el coche tiene cristales tintados?
Algunos vehículos de gama media y alta ya vienen con cristales tratados para bloquear mejor la radiación UV. Si no es tu caso, puedes instalar láminas protectoras en los laterales. No son caras y marcan una gran diferencia. Pero ojo: ninguna película garantiza una protección total. La crema solar sigue siendo imprescindible. Eso sí, algunas marcas ofrecen tratamientos para los cristales que bloquean hasta el 99% de la radiación UV, aunque no todos los coches lo llevan de serie.
También puede ayudar la ropa. Camisas de manga larga pero de textura fina, tejidos técnicos con filtro UV, gorra o visera si conduces un coche muy expuesto (como una furgoneta sin luneta tintada o un cabrio). Las gafas de sol homologadas también son imprescindibles, tanto por salud visual como por seguridad al volante.
Por tanto, el sol si te puede quemar si vas en el coche. Y no hace falta que seas transportista o caminero para tomar medidas al respecto, ahora en verano si vas a estar más de 30 minutos conduciendo a pleno sol, lo más recomendable es que te pongas crema solar antes de emprender el viaje y que la renueves cada 2 horas.