Sánchez se gana el título de peor presidente. Se apoya en los antisistema y no se dedica a gobernar

Francisco de la Torre alcanza el ecuador de su séptimo mandato consecutivo al frente del Ayuntamiento de Málaga. Sin desvelar la decisión que tomará en 2027 y con la visión privilegiada que le confiere la experiencia, percibe un cambio profundo en la política nacional, donde observa a un Pedro Sánchez que antepone su estrategia personal de poder al interés común.

Es, precisamente, su dilatada trayectoria la que le permite constatar que el presidente del Gobierno se ha volcado en atender los compromisos con sus socios, en lugar de aplicar su esfuerzo a gobernar. Ese problema se traslada a la gestión local y ha provocado que Málaga renuncie al Mundial 2030.

Ha cumplido ya 25 años como alcalde de Málaga. No sé si cuando tomó posesión del cargo imaginaba que iba a estar tanto tiempo.

Nunca me he planteado objetivos de tiempo. La vida en una sociedad democrática es que cada x años te sometes a la decisión de los ciudadanos. Y es lo que ha ido ocurriendo. Cuando me preguntaban qué iba a pasar más adelante siempre decía que todo dependía de cómo me sintiera desde el punto de vista físico, de salud, de ilusión y de sensación de confianza de los ciudadanos.

¿Cómo ha cambiado la política en todo este tiempo?

A nivel local diría que no ha tenido muchos cambios. Creo en la relación cómoda para todos los grupos; en el papel que juegan los partidos de la oposición si se plantea en términos normales de exigencia, de crítica. Eso es positivo porque ayuda a esmerarse en hacer las cosas lo mejor posible.

Donde sí ha habido mucho cambio es en la política nacional. Y son cambios negativos. Se nota un deseo del Gobierno actual de crear una especie de foso, de muro, una separación entre lo que es el poder actual y los que pueden ser el poder mañana.


Francisco de la Torre frente a su reflejo, en el Salón de los Espejos del Ayuntamiento de Málaga.

Álvaro Cabrera

Pedro Sánchez se apoya en grupos políticos antisistema. A la izquierda, con cierto radicalismo; y nacionalistas con radicalismo en su nacionalismo. El Gobierno trata de atender esos pactos. Comprendo que el Gobierno lo tiene muy difícil. Pierde muchísimo tiempo en atender compromisos que son negativos para la vida española, en lugar de dedicarse a gobernar, a resolver los problemas que tiene la sociedad española, que tiene un desafío como el de la vivienda.

«Fui expresamente a Granada, a la gala de los Premios Goya, para hablar unos minutos con la ministra de Hacienda y con el ministro de Cultura. La de Hacienda me atendió pocos minutos, pero me atendió; el ministro de Cultura se escapaba».

Desde hace años tendría que estar planteando soluciones con visión de presente y de futuro. Esto no es un problema de ahora. Como no lo es el de las viviendas turísticas, en la medida en que podía generar un problema con el alquiler.

Se tendría que haber anticipado, llamando a las autonomías y viendo qué marco legal se podía hacer. Y reflexionando sobre la ley de vivienda y en qué medida la falta de seguridad jurídica para el alquiler de larga temporada disminuye la oferta y aleja a los propietarios.

¿Qué opinión tiene sobre Pedro Sánchez?

Es una persona que pone su estrategia personal de poder por encima de lo que le interesa al país y eso, en un político, no es bueno. Creo que hacen falta políticos con una visión del bien común, del bien general, que estén por encima del bien de su partido y muy por encima de su bien personal. Creo que Pedro Sánchez no cumple las condiciones necesarias.

Reconozco que tiene cualidades en la búsqueda de soluciones a sus problemas, pero esas soluciones son negativas para España.

¿Le parece a usted el peor presidente de la historia democrática de España?

Hoy por hoy se está ganando ese título. Es difícil encontrar temas donde haya habido una aportación realmente positiva. Es muy difícil cuando tienes compañeros de viaje en la labor de sostener al Gobierno que te condicionan de tal manera. Si aceptas estas reglas de juego, sabes que el resultado del partido no puede ser bueno para el país.

¿Con qué fuerzas llega al ecuador del mandato?

Con las mismas fuerzas y ganas que siempre he tenido, con muchos proyectos avanzados, aunque con dificultades en algunos, como con el Auditorio, en el que el Ministerio nos deja solos. No quiere saber nada de este tema cuando hace 40 años pagaba los auditorios al 100%. Málaga pudo haberlo hecho y se perdió esa oportunidad.

Ahora, con un país que teóricamente es más rico, que cuenta con fondos europeos, es chocante. Aquí tenemos que buscar financiación privada y en eso estamos. Está siendo difícil, pero espero resolverlo.

De la Torre gestualiza durante la entrevista.


De la Torre gestualiza durante la entrevista.

Álvaro Cabrera

¿Ya da por zanjado el tema del Ministerio?

Sería un milagro y nunca se descartan los milagros, pero ahora mismo no ha habido ningún signo, ningún detalle de que pudiera haber una reconsideración porque ni siquiera dice: «45 millones no, alcalde, vamos a poner 40, vamos a poner 35…” Ni siquiera está en el regateo.

Me parece malo para el país que el Gobierno dé la espalda a un proyecto que no es para Málaga, es para tres millones de andaluces, desde Algeciras hasta Motril.

¿Se siente ninguneado en este asunto?

Siento que al Ministerio le ha faltado educación. Ahí lo digo todo. Un ejemplo. Fui a los Premios Goya que este año se celebraron en Granada. Fui expresamente a Granada para poder hablar unos minutos con la ministra de Hacienda y con el ministro de Cultura. La de Hacienda me atendió pocos minutos, pero me atendió; el ministro de Cultura, no, se escapaba. «No es el momento, no es el momento», me decía.

Pedí una cita y la cita fue cuando nos vimos en el Festival de Cine de Málaga, como ya lo habíamos hecho en 2024. Vamos de festival en festival sin avanzar.

Lo primero que tienen que tener los responsables políticos en el trato institucional es educación para que haya normalidad en la relación.

Comentaba que el asunto que le requiere más tiempo es el de la vivienda…

Efectivamente. Es la prioridad y es a lo que dedico más tiempo y lo que voy a hacer hasta el final del mandato. Tal y como están las cosas, se necesita acelerar los plazos de la tramitación urbanística. Eso exige una dedicación fuerte.

Tengo reuniones periódicas con Vivienda y Urbanismo, con los promotores de los suelos… Entre ellos los de Lagar de Oliveros y Campanillas, que son esenciales para tener suelo finalista rápido, que es lo que hace falta. Espero que de verdad se aceleren los tiempos para terminar en meses lo que suele tardar años. Es un tema en el que voy a estar participando activamente. Espero que la Junta esté a la altura de su responsabilidad en esta materia.

Usted siempre ha dicho que su futuro político depende, en buena medida, de cómo se encuentre físicamente y de cómo le vea la gente. ¿Qué le dice a la gente cuando sale a la calle?

La percepción es muy positiva. En la forma de saludar, en la interlocución, en el mensaje que me dan los vecinos es de apoyo, de agradecimiento por lo que se está haciendo.

«El tema de vivienda es mi prioridad y lo va a ser hasta el final del mandato. Espero que la Junta esté a la altura de su responsabilidad en esta materia»

¿No le sorprende que sea así después de 25 años?

Algo me pasa con Málaga y es que no me canso de mi ciudad, de recordar las veces que mi ciudad ha sido olvidada, marginada, maltratada. Todo eso me estimula para hacer el máximo de cosas posible.

Málaga podría haber sido elegida cuando la SGAE ofreció construir un auditorio pagado por ellos, como estaba haciendo en otras comunidades. La Junta no dudó, para la capital y Málaga no tenía auditorio.

De la Torre, en el Salón de los Espejos.


De la Torre, en el Salón de los Espejos.

Álvaro Cabrera

Otro ejemplo. Podría estar resuelto lo de Los Asperones. Cuando yo era delegado de Urbanismo la Junta lo que quería era unos nuevos Asperones, como más modernos, pero la modernidad era hacer un patio para el borrico. Hablo de los años 1997 y 1998. Yo sugería comprar vivienda de segunda mano en barriadas populares para realojar a las personas. Así no haces un gueto nuevo.

La Junta nunca ha tenido ideas claras en este tema. Y la Junta actual ha heredado un equipo no capaz de hacer vivienda. Lo que hace es vender suelo para que haya VPO.

Esta Junta de Andalucía, de momento, tampoco está resolviendo el tema.

Bueno, pero yo he vivido lo que el anterior dejó de hacer, porque lo que hizo, lo hizo mal. Lo que hizo eran guetos auténticos.

A dos años de las elecciones municipales de 2027, ¿tiene más o menos claro lo que quiere hacer?

No. Es la pregunta típica. Entiendo que se pregunte. Pero el día a día que tengo es tan intenso. Vivienda está en mi primer punto de la agenda, en tiempo, en interés, en dedicación, en llamadas telefónicas… Los foros metropolitanos de alcalde es un tema muy interesante no solo en agua y movilidad, sino también en vivienda.

Es importante que los municipios sepamos qué posibilidad de suelo hay en el entorno, porque el mercado es global. En España no hay una experiencia similar de crear cultura metropolitana. Es nuestra obligación coordinarnos, conocernos, saber qué es lo que se va a hacer y ayudarnos a hacer las cosas mejor. Y eso en colaboración con la Diputación y la Junta de Andalucía.

¿Con el partido ha habido alguna conversación? ¿El partido le ha pedido algo?

No, no. En el partido saben lo que he contestado en estos temas. Estoy lo que estoy y ya llegará el tiempo de ver qué es lo que sobre esta materia puedo hacer.

Cuando usted se presentó a la reelección en 2023 dijo que si era elegido alcalde estaría los cuatro años de mandato. De cara a 2027, si asumiera nuevamente el reto de ser candidato ¿lo haría para permanecer todo el mandato o informaría al electorado de que no lo haría?

En estos temas hay que ser claro y transparente con el electorado. Es obvio cuando uno avanza en su vida el compromiso de los cuatro años es más difícil de cumplir. En estos temas de la salud uno se tiene bien hasta que de pronto no está tan bien.

¿Usted se siente responsable del problema de la vivienda?

En absoluto. No hay una ciudad que haya hecho un mayor esfuerzo en materia de vivienda. Tenemos un esfuerzo superior al de Valencia, Sevilla, Zaragoza… Alguien puede decir que el éxito de Málaga incide. El éxito siempre es bueno tenerlo, es bueno tener oportunidades de empleo. Málaga tiene más oportunidades de empleo que nunca para los jóvenes y lo que tenemos que hacer es que haya oportunidades de educación.

Lo que trato es que la gente que viene a Málaga pueda tener la reflexión de que no solamente puede vivir en Málaga; que puede vivir en Rincón de la Victoria, en Alhaurín de la Torre, en Cártama…

Y en el tema de la vivienda turística creo que faltó una reflexión a nivel nacional anticipándose los problemas. Es verdad que si no hubiera los hoteles estarían más caros de lo que están. Las viviendas turísticas han cubierto una carencia de los hoteles necesarios.

Desde que hemos tenido el decreto de la Junta hemos empezado a poner en marcha medidas, como la entrada independiente, la delimitación de zonas saturadas y tenemos la moratoria a punto de ser aprobada.

¿Moratoria en qué sentido?

Que no se hacen más. También tenemos que estudiar la estadística de apartamentos turísticos, cómo ha ido creciendo. Lo que queremos facilitar es la llegada de hoteles cuatro y, sobre todo, de cinco estrellas. Necesitamos turismo de calidad. Queremos crecer no en cantidad sino en calidad.

Puede resultar contradictorio hablar de que nunca antes los jóvenes de Málaga han tenido tantas oportunidades con el hecho cierto de que difícilmente van a poder vivir en Málaga.

Lo entiendo y estamos haciendo un esfuerzo como ninguna otra ciudad en esa materia. Además de las mil viviendas de alquiler barato del sector Universidad, hemos adquirido el suelo de Soliva para otro millar de viviendas. Serán todas en alquiler. Y tenemos el plan sobre los suelos dotacionales.

Gesto del alcalde de Málaga durante la entrevista.


Gesto del alcalde de Málaga durante la entrevista.

Álvaro Cabrera

¿Cuándo supo que había que renunciar al Mundial 2030?

Fue una decisión muy de último minuto. Sabíamos los problemas que nos anunciaba el Málaga. Eso nos preocupaba mucho. Que nos dijera que podía perder dinero se podía compensar, pero que nos dijera que se podían perder 15 o 16 puntos… Eso no hay manera de compensarlo.

«Sabíamos los problemas que nos anunciaba el Málaga. Que nos dijera que podía perder dinero se podía compensar, pero que nos dijera que se podían perder 15 o 16 puntos… Eso no hay manera de compensarlo»

¿Y eso cómo se mide?

Es lo que nos decían. Dicen que jugar en el Estadio de Atletismo, donde hay calles de por medio y eso puede crear un ambiente que no se ha probado. Es probar con fuego y si no sale bien ya no tiene arreglo. Y eso puede ser que el Málaga baje de categoría. El Barcelona se puede permitir ir a jugar a Montjuic, aunque sea con la mitad de espectadores, porque es un equipo ganador. El nuestro no es ganador hoy por hoy. Yo no digo que sea perdedor. El Málaga para mí es un gran equipo, aunque no lo sea realmente en la tabla.

El factor del Málaga ha sido muy importante. Y luego hemos tenido un tema de movilidad. Cuando la Gerencia de Urbanismo consulta al Ministerio de Transporte sobre este tema y pregunta sobre si hay afectación sobre las vías y que tienen que dar los permisos… Eso nos creó un condicionante. Ese factor ha sido decisivo; no ha acompañado nada la falta de un apoyo…

Se planteó la cifra de 12.500 espectadores en el Estadio de Atletismo porque eso permitía seguir sin tener que actuar sobre el entorno.

¿No se contempló en ningún momento la posibilidad de hacer como hizo Zaragoza una instalación provisional temporal?

Sí, pero no hay un sitio en Málaga preparado, dotado de servicios para ello. Zaragoza lo tiene. Málaga es una ciudad preciosa porque está el mar y las montañas, pero eso hace que tenga muy pocos llanos alrededor.

Lo que sí parece tener clara es la necesidad de impulsar una Nueva Rosaleda.

Para llegar a tiempo a 2030 no teníamos más que la actuación de La Rosaleda. Era viable. Teníamos los plazos muy justos; eso tiene su riesgo, pero estaba controlado, si licitábamos las obras del Estadio de Atletismo en julio o principios de agosto. Pero esa falta de respuesta en positivo con el tema de movilidad me hacía ver que eso se podía dilatar meses. El ministerio tenía en la mano dar el sí o dilatar meses y eso era un riesgo brutal.

Era un pan con unas tortas meter al Málaga en un sitio donde podía bajar de categoría y no cumplir los plazos del mundial. Eso era dejar la marca Málaga por los suelos y la marca España. Hemos hecho lo que responsablemente había que hacer.

El alcalde de Málaga, junto a las banderas de España, Andalucía y Málaga.


El alcalde de Málaga, junto a las banderas de España, Andalucía y Málaga.

Álvaro Cabrera

Abren ustedes la puerta a estudiar nuevas ubicaciones para la Nueva Rosaleda.

Eso es lo que vamos a hacer ahora sin la presión del mundial. Puede haber varias opciones, incluida la del Puerto de la Torre. La Rosaleda tendría siempre el inconveniente de que podría llegar a unos 45.000 asientos, pero no más. Y quizás Málaga y la provincia necesiten que el estadio crezca más. Entonces ahí tendría esa limitación.

Por ir terminando. El asunto de la parcela del Astoria. Su decisión es la de entregar el suelo a la Fundación Unicaja.

Ese tema de la concesión irá avanzando desde Urbanismo. Hay dos elementos importantes. Uno, que dará vida a ese espacio. Y dos, que la Fundación Unicaja arraigue con más fuerza en Málaga, sin perjuicio de su proyección en Andalucía y en toda España. Su sede central estará en Málaga en un espacio con ambición donde hará una serie de actividades y donde nos dejará alguna utilización. Tenemos que pactar algún tema del Festival de Cine.

¿Le va a exigir a la Fundación Unicaja que el edificio tenga un porcentaje mínimo de uso cultural?

No he entrado en ese detalle. Doy por supuesto el sentido común y la inteligencia que tienen para esa parcela, que tiene una vocación cultural, tenga fundamentalmente ese uso. Pero que pueda tener su uso administrativo como sede. Me parece que eso no es malo.

Fuente