Moscú da otro paso hacia la guerra sin fin. La Duma Estatal, cámara baja del Parlamento ruso, recibió este 22 de julio un proyecto de ley que propone transformar la actual movilización estacional en un sistema de reclutamiento militar continuo durante todo el año.
La medida responde directamente a una instrucción del presidente Vladímir Putin emitida el 6 de junio y podría entrar en vigor a partir del 1 de enero de 2026, según medios independientes rusos.
“El proyecto propone cambiar el enfoque del reclutamiento de ciudadanos para el servicio militar y establecer que dicho reclutamiento se realice durante todo el año calendario, del 1 de enero al 31 de diciembre, en base a un decreto del presidente de la Federación Rusa”, señala la nota explicativa de la propuesta legislativa, como informa The Kyiv Independent.
Actualmente, Rusia realiza sus campañas de reclutamiento en dos oleadas anuales, en primavera y otoño.
Aunque la nueva legislación introduciría un marco de movilización permanente, la mayoría de los nuevos reclutas seguirían siendo desplegados en dos grandes fases: de abril a julio y de octubre a diciembre.
Sin embargo, el carácter continuo de la nueva norma permitiría una mayor flexibilidad y capacidad de respuesta del aparato militar ruso.
La iniciativa fue presentada por el presidente del Comité de Defensa de la Duma, Andrei Kartapolov, y su adjunto Andrei Krasov, lo que indica, según medios independientes, que el Ministerio de Defensa ruso respalda el proyecto y que su aprobación parlamentaria está prácticamente asegurada.
Coste humano brutal
El contexto de esta reforma legal no deja lugar a dudas sobre su motivación: las pérdidas humanas sufridas por el Ejército ruso desde el inicio de la invasión a gran escala de Ucrania son catastróficas.
Según el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Rusia ha perdido más de un millón de soldados desde febrero de 2022.
Una investigación conjunta del medio independiente ruso Mediazona y la BBC en ruso ha logrado identificar de forma fehaciente a más de 119.000 militares rusos muertos en combate.
Desde el inicio de la guerra, el Kremlin ha recurrido a múltiples estrategias para mantener su capacidad ofensiva: ha movilizado forzosamente a miles de ciudadanos, ha ofrecido generosas sumas de dinero a voluntarios y ha prometido la ciudadanía rusa a combatientes extranjeros.
En octubre de 2022, los reclutas fueron enviados a zonas de coordinación militar en masa tras una movilización parcial decretada por el propio Putin.
Una guerra sin fin
Ahora, con la guerra estancada y la presión del frente aumentando, Moscú parece apostar por institucionalizar el reclutamiento como parte de una economía de guerra prolongada.
“También se propone enviar a los ciudadanos a los lugares de servicio militar sobre la base de decretos del presidente de la Federación Rusa”, señala el texto legislativo.
La sesión parlamentaria de primavera finaliza este 23 de julio, por lo que se espera que el proyecto sea tramitado en otoño y aprobado antes de fin de año.
Si entra en vigor en 2026, Rusia contará con una legislación que legaliza una movilización constante, con efectos tanto en el plano militar como social.
El giro legislativo confirma la transformación del régimen de Putin en un Estado militarizado, dispuesto a sostener indefinidamente su ofensiva contra Ucrania a costa de sus propios ciudadanos.
El reclutamiento permanente busca resolver el déficit de soldados que no han podido cubrir ni las promesas económicas ni la propaganda estatal.