Bahar se ha quedado sin palabras tras descubrir la verdad. Leyla no es la tía de Timur, sino su verdadera madre y Nevra lo ha ocultado siempre.
Nada más enterarse, ha ido a buscar respuestas. “No sé ni qué decirte ahora mismo”, ha confesado, temblando de rabia. “¿Cómo es que no se lo has contado a Timur?”, ha preguntado a Nevra sin poder contenerse.
Nevra ha intentado justificar lo injustificable. “Debería haberse llevado el secreto a la tumba”, ha dicho, refiriéndose a Leyla. Pero Bahar no podía creer lo que estaba oyendo. “¿Le deseas la muerte?”, le ha reprochado con el alma en vilo.
Nevra, dolida, ha defendido su papel como madre. “Fui yo quien lo cuidó, quien estuvo con él cada vez que tenía miedo. Yo soy su madre”. Pero Bahar ha sido clara: Timur tiene derecho a saber la verdad. Aunque Nevra se ha negado en rotundo: “Ni hablar. Jamás se lo contaré”.