Kaya confiesa todo y Nükhet usa el dolor de Suna para hundirla aún más

Nükhet está haciendo hasta lo imposible por evitar que su hijo se case. Primero, ha ido a la habitación de Suna, le ha dicho que abra bien los ojos y le ha pedido que escuche tras la puerta una conversación con su hijo con la esperanza de que anule la boda. “No puedo permitir que te cases con él sin saber la verdad”, le ha dicho.

Suna, desconcertada, ha hecho caso. Se ha quedado al otro lado de la habitación y ha escuchado cómo Kaya lo confesaba todo. “¿Cómo puedes casarte con una chica a la que sé perfectamente que no quieres?”, le ha preguntado su madre. Y él, sin pensarlo, ha respondido: “No la quiero”.

Después ha ido más lejos, sincerándose por completo: “Cuando la miro, lo único que siento es lástima. Es pobre, herida. Siempre marginada. A lo mejor por eso ha terminado conmigo”.

Suna ha aguantado, pero por dentro se ha roto. En ese instante, ha entendido que Seyran tenía razón. Cuando Nükhet ha salido de la habitación y la ha visto llorando, no ha mostrado ni un ápice de compasión. Todo lo contrario: se ha burlado de su dolor. “No llores. No nos hagas sentir más pena por ti”, le ha dicho, con crueldad.

Suna no ha podido pronunciar palabra. Solo ha visto cómo su compromiso con Kaya estaba construido sobre una mentira.


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