El prestigioso físico de Harvard, Avi Loeb, quien postulara que Oumuamua, el objeto interestelar observado en 2017, podría haber sido una nave alienígena, cree ahora que es necesario estudiar a fondo al nuevo cometa interestelar 3I/ATLAS, para descartar que no se trate de una nave extraterrestre de visita por nuestro vecindario cósmico. Otros científicos también lo creen posible.
A partir de su reciente descubrimiento, el cometa interestelar 3I/ATLAS ha captado la atención de la comunidad astronómica internacional. Con una trayectoria hiperbólica que confirma su origen fuera del Sistema Solar, este visitante se convierte en el tercer objeto interestelar detectado por la humanidad, después de Oumuamua (2017) y 2I/Borisov (2019).
Ahora, el físico de la Universidad de Harvard, Avi Loeb, junto a sus colegas Adam Hibberd y Adam Crowl, plantea en un nuevo estudio publicado en arXiv que 3I/ATLAS podría ser una sonda tecnológica enviada por una civilización extraterrestre. En la investigación y en un artículo publicado en Medium, los especialistas subrayan varias anomalías que merecen un análisis detallado, para descartar la hipótesis sobre la llegada al Sistema Solar de una nave alienígena.
Puntos que abren interrogantes
Según los expertos, el plano orbital retrógrado con una probabilidad de tan solo 0,2% de ocurrir por azar, y una luminosidad que sugiere un diámetro de aproximadamente 20 kilómetros, mucho mayor de lo esperado para un fragmento de polvo interestelar, llaman especialmente la atención.
Además, estiman que debería estudiarse la ausencia de líneas espectrales de gases típicos de cometas o un acercamiento sincronizado a Venus, Marte y Júpiter, con una probabilidad combinada inferior al 0,005% de que suceda en forma aleatoria. Concluyen que estos son algunos de los puntos a analizar.
Al mismo tiempo, los autores señalan que 3I/ATLAS alcanza su perihelio o mayor acercamiento al Sol en un costado opuesto a la Tierra, lo cual ocultaría cualquier maniobra de frenado que podría considerarse no natural. Para Sara Webb, de la Universidad de Swinburne, en Australia, la idea puede parecer descabellada pero no lo es tanto cuando consideramos que el ser humano está enviando sondas hacia el cosmos desde 1970, según resalta Futurism. ¿Por qué no lo haría, en caso de existir, otra civilización inteligente?
Referencia
Is the Interstellar Object 3I/ATLAS Alien Technology? Adam Hibberd, Adam Crowl and Abraham Loeb. arXiv (2025). DOI:https://doi.org/10.48550/arXiv.2507.12213
Todo apunta a un objeto natural
Sin embargo, Webb aclara en un artículo publicado en The Conversation que la hipótesis extraterrestre es poco probable y debe valorarse con objetividad científica. Sugiere que lo más básico para descartar o confirmar la presencia de un cometa sería buscar una cola bien formada y señales de descarga electrostática o emisiones de radio, pero hasta ahora todo apunta a un objeto natural.
Para determinar su verdadera naturaleza, Loeb y su equipo proponen una batería de pruebas: análisis espectroscópicos profundos en busca de sustancias volátiles, medición de aceleraciones no gravitacionales y búsqueda de emisiones de radio que pudieran indicar actividad artificial.