él «temía» a sus cuatro vástagos

El reloj marca las 10.45 horas -del sábado 19 de julio- y Tejidos Hernández tiene abiertas sus puertas, para ofrecer lo mejor de la moda para sus clientes como viene haciendo desde 1948. Pero por la puerta no entra nadie interesado en la temporada de verano. Todo lo contrario, se trata de Felipe junior, de 35 años, caminando a toda prisa, seguido de su hermana pequeña, Rosario, de 29 años, para meterse directo a la oficina a por su padre, Felipe Hernández Medina, para darle tantos golpes que acaba muriendo en la calle Mayor después de pedir auxilio a los transeúntes.

EL ESPAÑOL ha accedido en exclusiva a la prueba clave de la investigación desarrollada por la Policía Nacional, para esclarecer las causas de un presunto parricidio que ha conmocionado a todos los vecinos de Molina de Segura porque Felipe era un comerciante muy querido y murió a manos supuestamente de su primogénito: Felipe junior. Todo ello, bajo la mirada impasible de su hija, Rosario, médico de profesión, pero que no prestó auxilio a su propio padre durante la agresión.

«Con la visualización del vídeo, se demuestra que Felipe no le pegó un solo puñetazo a su padre: le metió una paliza«, tal y como sostiene Eduardo Muñoz Simó, abogado encargado de la acusación particular que ejercen los hermanos del difunto comerciante y su viuda: Toñi.


El vídeo de la paliza en la que Felipe murió a golpes a manos de su hijo: él «temía» a sus cuatro vástagos y a su exmujer

El contenido de las imágenes pone en un brete la petición de libertad de Felipe junior que ya ha formulado el abogado, Pablo Martínez, cuyo bufete asume la defensa tanto del primogénito del comerciante, en prisión provisional por un homicidio, como de su hermana, Rosario, en libertad y con la obligación de acudir a firmar al juzgado porque está investigada por una omisión del deber de socorro.

Al principio, había trascendido que Felipe supuestamente solo le propinó un puñetazo a su padre, después de una discusión, pero el vídeo evidencia que no hubo ningún intercambio de palabras. El primero de los cuatro hijos que tuvo este comerciante y que acababa de aprobar una oposición de técnico de Hacienda, se va directamente al despacho que hay en la tienda, para empezar a zarandear y golpear con violencia a su progenitor, a la sangre de su sangre.

«Primero, Felipe hijo le pega un puñetazo a su padre, luego lo lanza contra el suelo, Rosario se agacha para quitarle algo, sale de la oficina, y su hijo le vuelve a pegar porque la da más puñetazos y patadas después de tirarlo«, según insiste el letrado del conocido bufete Simó Abogados Penalistas, tras analizar «varias veces» el vídeo que dura 1 minuto y 32 segundos.

De hecho, el pobre Felipe, un comerciante de 65 años que estaba a punto de jubilarse y que padecía una enfermedad del corazón, trata de incorporarse, pero su hijo se lo impide a golpes hasta en dos ocasiones. La primera vez que este sexagenario intenta levantarse, recibe un golpe en la cara y su primogénito lo tira contra la pared, de forma que se golpea la cabeza.

El segundo intento no termina mejor. Felipe está noqueado y al tratar de ponerse en pie, su hijo lo empuja contra una especie de sillón y empieza a propinarle sin parar lo que parecen puñetazos, como si fuera un saco de boxeo: uno, dos, tres, cuatro…

Este vídeo pone de manifiesto que el primogénito le pegó más de un puñetazo a su padre. Así lo demuestra que Rosario entra a la oficina porque su hermano mayor supuestamente se está ensañando. Tan solo en ese momento es cuando Felipe junior cesa en su conduca y huye corriendo de la tienda, junto a su hermana, sin interesarse por el estado de salud de su pobre padre.


Rosario, saliendo del despacho donde su hermano Felipe está agrediendo a su padre.

La secuencia termina con Felipe saliendo de la oficina, sangrando por la nariz, en dirección a la calle Mayor, donde nada más salir se encuentra con un peatón y empieza a hablar con él, posiblemente, pidiéndole auxilio ante las lesiones que presenta. A continuación, este comerciante acaba desplomándose en el estanco que hay en la acera de enfrente y los sanitarios no pueden reanimarlo. Pero antes de morir, este sexagenario acusa del ataque a sus hijos, poniendo en la diana de la Policía Nacional a Felipe junior y Rosario.

«Este vídeo servirá para argumentar nuestra acusación particular porque estamos, como mínimo, ante un homicidio claro, a falta de conocer el resultado de la autopsia porque no es descartable que Felipe sufriera alguna lesión craneal cuando su hijo lo tira contra la pared de la oficina de su tienda», según advierte el letrado Eduardo Muñoz Simó. 

«El hijo no sólo le dio un puñetezo, le pegó con alevosía a su padre porque no se pudo defender y es evidente que su hermana no evitó los golpes, en una omisión clara del deber de socorro».

Tanto la familia del fallecido como su viuda, Toñi, ejercen una acusación particular conjunta para demostrar que este comerciante perdió la vida tras «sufrir años» de episodios de violencia familiar y de robos, a manos de su prole, a raíz de su separación. «Felipe temía a sus hijos».

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