Iker Jiménez ha vuelto a mostrar su perfil más exigente y reflexivo con una contundente declaración en su nueva newsletter personal. Bajo el título ‘Clima/Atmósfera’, el periodista y presentador de ‘Cuarto Milenio’ analiza lo que, para él, es un principio irrenunciable en televisión: el ambiente de trabajo. Y no solo lo defiende, sino que reconoce que ha llegado a tomar decisiones drásticas para preservarlo.
“Este es mi territorio y no consiento faltas de respeto al clima”, asegura el comunicador, dejando claro que en sus platós no hay lugar para el ruido, la falta de atención o las distracciones. Según explica, su visión de la televisión va más allá del contenido: se trata de crear una atmósfera casi ritual, en la que el silencio, la música y la concentración sean elementos clave para conectar con el espectador.
Iker describe ese estado como una “esfera mental” necesaria para contar historias con verdad. “No es contar una historia. Es ser la historia”, afirma en uno de los fragmentos más personales del texto, en el que reconoce que esa disciplina no siempre es entendida por todos los colaboradores. De hecho, revela que ha tenido que prescindir de algunos miembros de su equipo por no compartir su visión: “He tenido que despedir a personas porque no lo entendían. Es ley de vida”.
Jiménez también lanza una crítica directa a la industria televisiva, asegurando que muchos platós están dominados por el caos: bocadillos, móviles, risas y falta de respeto por el trabajo. “He vuelto a otros platós y he visto que siguen igual”, lamenta, reivindicando una forma de hacer televisión más consciente, cuidada y respetuosa con el mensaje que se quiere transmitir.
A pesar de la fama de exigente que él mismo reconoce tener, Iker no está dispuesto a ceder. “¿Sabéis que tengo una fama terrible en la tele? Y no lo pienso cambiar”, concluye con firmeza. Para el conductor de ‘Cuarto Milenio’, no se trata de imponer, sino de mantener intacta una forma de trabajar que considera imprescindible para crear verdadera comunicación.