Las relaciones comerciales a un lado y el otro del Atlántico han avanzado en direcciones opuestas desde el retorno de Donald Trump a la Casa Blanca. El presidente de los Estados Unidos ha esgrimido la baza de los aranceles, “la palabra más bonita del diccionario” como aseguraba en campaña el republicano, para presionar en las negociaciones con sus socios y penalizar a quienes, a su juicio, se han beneficiado del comercio con su país.
Con la sombra de las medidas de Trump planeando sobre el horizonte económico de los Veintisiete, la Unión Europea ha optado por tejer o reforzar sus alianzas con países asiáticos como la India o Indonesia. Sin embargo, Bruselas podría convertirse en el próximo socio en alcanzar un acuerdo arancelario con la administración Trump, siguiendo los pasos del Reino Unido, Vietnam y, desde este martes, Japón.
El objetivo de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que acude este domingo a Escocia para reunirse con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, es el de aliviar los gravámenes del 30% que Trump amenaza con imponer a los países del club comunitario a partir del 1 de agosto y evitar así la guerra comercial.
Avances hacia un 15%
Washington y Bruselas estarían cerca de un acuerdo que implicaría la imposición de un gravamen del 15% a las exportaciones europeas, según han confirmado fuentes diplomáticas. Las citadas fuentes aseguran que el pacto «puede llegar pronto» y que la reciente alianza con Japón, en la que el país nipón se ha comprometido a invertir 470.000 millones de euros en Estados Unidos a cambio de una reducción del tipo arancelario del 25% al 15%, ha generado «un cierto ambiente, un efecto burbujeo».
Por su parte, la portavoz del Ejecutivo comunitario, Paula Pinho, anunció este viernes de forma más neutra la invitación de Trump a Von der Leyen a su resort en Escocia. «Se han mantenido intensas negociaciones a nivel técnico y político entre la UE y Estados Unidos. Los líderes ahora evaluarán la situación y considerarán el alcance para un resultado equilibrado y que proporcione estabilidad y previsibilidad a las empresas y los consumidores a ambos lados del Atlántico», informó.
En cualquier caso, la decisión final recaerá sobre Trump y hay que ser “precavido”, aseguran las fuentes diplomáticas.
«Un 50% de posibilidades de acuerdo»
Antes de llegar a su complejo de golf en Turnberry, en la costa oeste de Escocia, el presidente de EEUU, Donald Trump, aseguró en Washington que hay «un 50 % de posibilidades o menos» de lograr un pacto comercial con la Unión Europea. «Diría que tenemos un 50 % de posibilidades, quizás menos, pero un 50 % de posibilidades de llegar a un acuerdo con la UE. Será un acuerdo en el que tengan que dar algo para reducir sus aranceles. Ahora mismo están en el 30% y tendrán que dar algo o dejarlos como están Pero quieren alcanzar un acuerdo con todas sus fuerzas», aseguró Trump a los periodistas de la Casa Blanca este viernes.
Trump ha amenazado a la UE con una subida arancelaria a todos los productos del 30 % a partir del 1 de agosto, una cifra que, según el comisario europeo de Comercio, Maros Sefcovic, haría «prohibitivo» el intercambio de bienes a ambos lados del Atlántico.
«Con respecto a un acuerdo, un resultado, creemos que semejante resultado está al alcance y estamos trabajando con todas nuestras fuerzas para proporcionar eso a los ciudadanos, empresas y consumidores de la UE», declaró el portavoz de Comercio de la Comisión Europea, Olof Gill, en una rueda de prensa esta semana.
Contramedidas europeas
En un hipotético escenario en el que las partes no consiguieran sellar un acuerdo, la UE cuenta con un arsenal de contramedidas por valor de 93.000 millones de euros, recién aprobado por veintiséis de los veintisiete países comunitarios.
La estrategia europea, que Von der Leyen anunció en marzo y no ha llegado a aplicar con el fin de mantener vivas las negociaciones bilaterales, prevé recargos a productos de un elevado peso económico y relevancia política en Estados Unidos, que se impondrían de forma escalonada desde este mismo 7 de agosto, hasta septiembre de este año o incluso febrero de 2026.
El paquete de aranceles abarca tanto productos industriales como bienes con un alto valor simbólico para el mercado estadounidense, entre ellos las motocicletas Harley-Davidson, el bourbon o los vaqueros Levi’s. A ello se suma una lista adicional elaborada por la Comisión, aún no publicada, que incluiría productos como la soja cultivada en Luisiana, la carne de ternera y el pollo procedentes de Nebraska y Kansas, así como madera originaria de estados tradicionalmente republicanos como Virginia o Alabama.
Suscríbete para seguir leyendo