«Gato a rastras en un descampado». Tras recibir este aviso, en la protectora de Gestión y Protección Felina (GyP) de Aragón no se lo pensaron dos veces. Una de sus voluntarias, Marta, fue a recogerlo y a llevarlo a Urgencias. A la mañana siguiente supieron el diagnóstico: «Le habían estirado tanto las patas delanteras y traseras, que le habían desgarrado los músculos y por eso iba arrastras. Y había sido usado de diana, porque llevaba 20 perdigones en el cuerpo con orificios de entrada y de salida».
Quien relata la historia de este peludo rescatado y bautizado como Shanti es MJ, voluntaria en GyP y miembro de su junta. Este pequeño también sirvió para dar nombre al espacio felino que hace poco más de un año inauguraron en el barrio de Las Fuentes de Zaragoza y que trata de encontrar un hogar para otros gatitos rescatados.
No solo eso. El Espazio Felino Shanti es más que un “refugio bonito” destinado a la adopción y concienciación sobre el abandono, es también el primer espacio de bienestar felino que abre sus puertas en Zaragoza. No solo se trata de un lugar donde poder ir y conocer a sus gatos, también hacen talleres junto a ellos y clases solidarias, como yoga, en beneficio a la protectora para que puedan seguir ayudando a otros que lo necesiten.
En marzo cumplieron un año y los voluntarios de la protectora zaragozana, que lleva cuatro años operando y tienen una red de hasta 43 personas, son los que se encargan de los pequeños felinos que viven allí esperando un hogar.
Maullidos que cambian la vida
“Tenemos alrededor de 70 gatos para dar en adopción. Porque nosotros también tenemos en nuestras propias casas gatos en acogida” explica MJ, que no solo es voluntaria sino también capturadora.
Shanti sin duda fue un antes y un después en la historia de GyP. “Debido a ese caso, nosotros quisimos sobre todo concienciar”. Cuenta MJ. “Concienciar, porque a nivel de perros está todo muy concienciado. A día de hoy vemos un perro suelto y llamamos a la policía, miramos a ver si lleva collar, correa, etc. Pero vemos un gato manso y ¡ay qué majo! Pero me voy”. Esto es lo que pasó con otro de los casos que tienen en su Espazio Felino: el caso de Maggie, una gata carey de dos años que estuvo dos días maullando en un garaje y siguiendo a la gente, finalmente desde Gestión y Protección Felina Aragón se rescató y lleva más de un año esperando un hogar.
Otro de los casos que más impactan cuando lo cuentan es el de Briana. «Es una mamá abandonada en una colonia el verano pasado. El mismo día que la abandonaron se puso de parto del estrés. La alimentadora de esa colonia, justo le da la ventana en frente, y empezó a escuchar los maullidos, los chillidos y todo, y fue cuando bajó y la vio». Cuando preguntamos si ven que tienen menos adopciones en algún tipo de gatos nos afirman «los gatos negros». Y es por ello que tienen a bastantes buscando una familia. «El 20% de los gatos que tenemos nosotros son negros y los últimos rescates han sido negros. La familia chocolate son todos negros, la familia dulce: buñuelos, natilla, mazapán, son todos negros. Tenemos a Furi que es negro, a Parker, a Tachala, a Lilibet, que también son negros».
ESPACIO FELINO SHANTI / Josema Molina
Concienciación y solidaridad, un espacio para ayudar
La verdadera generosidad es hacer algo bueno por alguien que nunca o descubrirá, y es que, en este espacio, además de dar charlas sobre concienciación y bienestar felino, también hacen múltiples actividades con las que recaudan dinero para cubrir los gastos veterinarios, entre otros, que tienen sus gatos.
Hay diferentes formas de visitarlos, entre ellas poder conseguir “pases” para conocer y estar un rato con los gatos del Espazio por un donativo que les ayuda a seguir ayudando. “Pases tenemos cinco días a la semana, de miércoles a domingo, por las tardes de miércoles a sábado, y el domingo por la mañana”.
Aunque en los últimos meses lo que hacen es diferentes actividades, que anuncian en su Instagram. “Pilates, yoga, velas con gatitos, totebags con gatitos, vamos haciendo el macramé, ya que a ellos les encanta jugar con los hilos y a veces se nos complica, y un montón de actividades más con ellos”. Todas ellas son solidarias y divertidas para pasar un buen rato con sus gatos rescatados, ayudarlos y darles visibilidad.
Actualmente, aunque desde la protectora tienen los rescates parados por falta de sitios, lo que recalcan y más importante es que necesitan ayuda y casas de acogida si aparece un gato. Habitaciones o baños preparados para hacer las cuarentenas. «Nosotros ahora mismo estamos que no rescatamos. No rescatamos porque es que no tenemos sitio donde llevarlos. Pero sí que es verdad que ayer, una adoptante, tiene un gatito en el garaje y me dijo: MJ, le tengo ya preparado el cuarto, ¿puedo ser vuestra casa de acogida? Le dije, perfecto, te echo una mano para cogerlo, y ya tiene el cuarto para tenerlo en su casa y ser su casa de acogida».
Además, lo recaudado con este espacio, su tienda solidaria, que se puede visitar en la calle Miguel Servet número 11, y las donaciones les ayudan a sufragar, además de otros gastos como el alquiler del refugio, los gastos veterinarios. «La media de un gasto, que no sea extraordinario, de un gato está entre alimentación y veterinarios en unos 400-500 euros, porque ya cartilla y chip son 60 euros. Entonces, cartilla, chip, vacuna, desparasitación y el test de inmunidad, leucemia y test coprológicos».
Adopciones en el Espazio Felino Shanti
En este precioso lugar hay un objetivo claro, aparte de concienciar lo máximo posible, encontrar hogar a los gatos que rescatan de la calle. España, a la cabeza de abandonos, necesita gente que adopte responsablemente. «Abandonas en la calle a un gato que lo has criado tú y su media de vida es entre 3 y 6 meses como mucho en una colonia».
Lo más imprescindible para sus adopciones es que en la casa donde vayan sus gatos, los espacios estén protegidos, especialmente redes en ventanas, terrazas y salidas al exterior. «Sobre todo en verano, lo que estamos cogiendo mucho de la calle es gatos caídos de ventanas, paracaidistas, que se les llama».

ESPACIO FELINO SHANTI / Josema Molina
Por ello es tan necesario el mensaje que quieren lanzar. «Es el caso de Maggie, es el caso de Briana, que por suerte la alimentadora estaba enfrente, Tashala vino en motor, Gamora viene de un síndrome de Noé con 70 gatos, los Royal que eran nueve gatitos en una caja en un contenedor de basura, lactantes. Es importante el no mirar para otro lado».









