Nació por Shanti, que lo rescatamos de un descampado con 20 perdigonazos

«Gato a rastras en un descampado». Tras recibir este aviso, en la protectora de Gestión y Protección Felina (GyP) de Aragón no se lo pensaron dos veces. Una de sus voluntarias, Marta, fue a recogerlo y a llevarlo a Urgencias. A la mañana siguiente supieron el diagnóstico: «Le habían estirado tanto las patas delanteras y traseras, que le habían desgarrado los músculos y por eso iba arrastras. Y había sido usado de diana, porque llevaba 20 perdigones en el cuerpo con orificios de entrada y de salida».

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