La reforma del Palacio de Rubalcava, en pleno casco urbano de Orihuela, encara su recta final dejando atrás su estado de abandono y decrepitud que le valió en 2016 para entrar en la Lista Roja de patrimonio, una iniciativa con la que la asociación Hispania Nostra alerta del riesgo de pérdida.
Los miembros de la Corporación municipal ya han visitado por dentro este inmueble que, según las previsiones, estará listo en octubre para su presentación en sociedad con una imagen renovada tras unas obras que han atravesado problemas de cimentación y hasta de financiación.
Su reforma comenzó en marzo de 2023 tras la adjudicación en noviembre de 2022 a Actúa con un plazo de ejecución de un año y dos meses por 3,8 millones de euros, una cifra que ya supera los 4,5 millones, un sobrecoste que se debe, entre otras cosas, a un cambio del sistema de consolidación de la cimentación una vez que se vio que la solución inicial proyectada no se podía ejecutar.
En la zona de influencia de la Iglesia de Santiago y muy próximo al Palacio del Marqués de Arneva, sede del Ayuntamiento, y a la Iglesia de las Santas Justa y Rufina, «es una joya que ha estado a punto de perderse y que por fin recuperamos para Orihuela», dijo el alcalde, Pepe Vegara, a este periódico en una reciente entrevista en este edificio histórico en la que hizo balance de sus dos años de mandato.
El alcalde, en una reciente entrevista en el Palacio de Rubalcava / Héctor Fuentes
Y es que eran muchos quienes se preguntaban, dado su estado, si se podrían volver a ver en todo su esplendor aquellos lujosos salones y estancias que acogieron importantes recepciones institucionales y eventos, entre ellos muchos enlaces civiles.

Aspecto que presentaba la fachada y el jardín en 2022 / TONY SEVILLA
Fue en 1981 cuando el Consistorio lo adquirió con el fin de conservarlo, poder ofrecer al público su interior y darle un uso social y cultural. En ese mismo año se instaló la Oficina Municipal de Turismo, ocupándolo hasta 2008, cuando lo tuvo que abandonar por su mal estado. En 1982 la Asociación de Fiestas de Moros y Cristianos «Santas Justa y Rufina» utilizó parte de su planta baja como su sede; en 1986 se convirtió en el Museo Arqueológico y en 1990 se utilizó como sede del Departamento Municipal de Servicios Sociales.

Vista aérea del inmueble, en 2022 / TONY SEVILLA
A partir de ahora el inmueble se llamará Palacio de Rubalcava Museo de la Ciudad de Orihuela, albergando en la planta baja un espacio museístico que ofrecerá un cronograma para poner en antecedentes al visitante de lo que ha supuesto la evolución histórica y arqueológica de la ciudad. También habrá una sala audiovisual donde se proyectará esa evolución y la propia descripción de lo que se va a ver en el palacio, según avanza el concejal de Urbanismo y Patrimonio, Matías Ruiz, que añade que este mismo espacio, que antiguamente se utilizaba como un despacho, vivienda de los caseros y cocheras, albergará un bar restaurante que podrá utilizar parte del jardín.
En el primer piso, se han recuperado sus ostentosos salones de antaño, pudiendo el visitante recorrer y adentrarse en todas esas estancias palaciegas y disfrutar de lo que era un palacio del siglo XIX en origen. Se ha reformado el antiguo oratorio de estilo neogótico y el salón rosa o neorrococó, así como la cúpula neobarroca con escudos nobiliarios y vidrieras de colores que daba luz natural al interior de la escalera por la que se accedía a la planta noble donde residían los marqueses. Además, se situará además la colección pictórica del Patronato Histórico-Artístico de la ciudad de Orihuela.
La segunda planta, donde se hallaban los dormitorios de la familia, albergará exposiciones temporales de artistas y autores oriolanos de distintas disciplinas artísticas con el objetivo de dinamizar el espacio.
También se ha recuperado todo el mobiliario, que estaba almacenado convenientemente en Salesas, el Teatro Circo y alguna pieza suelta en otra dependencia municipal.

Miembros de la Corporación municipal en el salón rosa / Información
Asimismo, los baños árabes del siglo XI que se han hallado durante la rehabilitación, «muy valiosos e importantes en toda la Comunidad Valenciana», apunta Ruiz, se han protegido momentáneamente en el jardín. «Vamos a habilitar un presupuesto, de 30.000 euros, para ponerlos en valor, con una iluminación especial y una protección mediante unos vidrios que además tengan todas las condiciones para que no haya humedades ni afecten a los restos, y sobre todo con una lectura de un relato para que el visitante pueda entender lo que está viendo, formando parte también de la visita», explica el edil.
Además, en el jardín se va a plantar un esqueje de la higuera de Miguel Hernández, como aquel árbol talado que retoña tras muchas pérdidas de elementos de gran valor en las últimas décadas.
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