Tres nombres propios han ensombrecido el fin de curso político de Alberto Núñez Feijóo. En el caso de la ex diputada y ex vicesecretaria de Génova, Noelia Núñez, lo han saldado con una dimisión radical e inusual de todos sus responsabilidades orgánicas y representativas. El elegido para asumir las competencias de economía, santo y seña de los populares, Alberto Nadal, se ha convertido en una suerte de patata caliente que puede acabar quemándole los dedos. Y el tercero en discordia, esto es, el que fuera ministro de Hacienda con José María Aznar y Mariano Rajoy, Cristóbal Montoro, forma parte de una pesada mochila heredada sobre la que carece de responsabilidad, pero que le va a perseguir en todo su periplo judicial por el juzgado número dos de Tarragona.
Desde que se conoció la imputación de Montoro, la posición de Génova no ha variado. «Que se investigue hasta el final». En ese camino no cuestionarán ni la labor del titular del Juzgado de Instrucción 2 de Tarragona, Rubén Rus, ni la de los medios de comunicación que informen del caso. Nada de lawfare, ni de bulos, ni de pseudomedios. A lo más que ha llegado Feijóo es a dar por buena la versión de Montoro sobre su desvinculación de Equipo Económico en el año 2008 y ya es mucho teniendo en cuenta que ni siquiera entre los que fueron sus acólitos en aquel Consejo de Ministros de Rajoy dividido en dos frentes irreconciliables se ha oído una voz para defenderle.
El ‘caso Montoro’ provoca un claro ‘daño colateral’
Sin embargo, el ‘caso Montoro’ provoca un claro «daño colateral». Si el regreso de Alberto Nadal parecía una buena idea por el perfil técnico y solvente del madrileño, destinado a ser junto a Juan Bravo el team económico popular, son muchas las voces que desaconsejan seguir adelante con ese fichaje. Nadie osa presionar al líder para que recapacite respecto a quien fue secretario de Estado de Energía, primero, y de Presupuestos y Gastos, después, a las órdenes de Montoro, pero en el PP «hay mucho ruido interno» dicen fuentes populares. Y la planta séptima de la sede nacional del partido lo sabe. De momento, ni PSOE ni Moncloa han puesto el foco en él «pero es cuestión de tiempo», dicen los críticos con el regreso de quien ya ocupó este responsabilidad en tiempos de Pablo Casado.
El titular de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, ha dado al impresión de estar más ocupado en contar en redes sociales el currículo de Noelia Núñez que en prevenir que la operación salida de agosto no convierta las estaciones de tren y los aeropuertos en ratoneras para los viajeros. Siempre podrá añadir el ministro a su también discutido CV que se cobró la cabeza de una vicesecretaria del PP que falseó datos de su formación académica y que desde las redes sociales bromeó con la «catedrática Begoña Gómez».
Desactivar la estrategia de los socialistas
Precisamente, y con la proa puesta, entre otros, en Puente, los populares quieren convertir la dimisión de Núñez en una oportunidad para marcar distancias y desactivar la estrategia de los socialistas, en mitad de una cacería a la búsqueda de errores en esos breves historiales muchas veces adornados o exagerados. Desde el PP alegan que Núñez, «con apenas 33 años y sin estudios universitarios, ha dado una lección a gente más mayor y más formada de dentro y fuera de la política». No ha dejado de ser una decisión valiente, pero, sobre todo, sorprendente por inédita. En un país donde no dimite ni un Fiscal General del Estado imputado y procesado, lo de Núñez parece un exotismo.
«Exigimos a Patxi López, Óscar Puente y Pilar Bernabé que enseñen hoy mismo los títulos de sus másteres y estudios universitarios. No hay excusas. A ver si con sus estudios no son tan hipócritas como con la tesis fake de Sánchez y la cátedra de la presidenta. En el PSOE de Sánchez son de sobresalientes cum laude en trincar. Están tardando y, si no, ya conocen el camino: dimisión», dijo fiel a su estilo el pasado jueves el secretario de Organización del PP, Miguel Tellado, en la que será la campaña de estas semanas para los populares.
Denuncian en el PP que, por ejemplo, en el currículo de LinkedIn de la delegada del Gobierno en Valencia y miembro de la ejecutiva socialista sigue constando la carrera de Filología Hispánica por la Universitat de València, cursada entre 1998 y 2003. Lo cierto es que, y así lo ha adimitido la propia Bernabé, no se licenció, pero la nota da a entender lo contrario. Este es el cariz que han tomado los acontecimientos desde que se desató la caza contra Núñez.
Reunión de la ejecutiva popular
Este lunes se reúne en la sede nacional de Génova el nuevo comité ejecutivo nacional nacido del 21 congreso del partido de principios de mes. Lo hará con una ausencia, la de la «Ayuso de Fuenlabrada», pero la política es poco dada a guardar luto por un largo intervalo de tiempo y muchos esperan que Feijóo confirme el nombre del relevo a la madrileña. Con su marcha pierde Isabel Díaz Ayuso una de sus representantes en el comité de dirección popular. Habrá que ver si Feijóo respeta esa cuota de representación ante su destacada baronesa autonómica.
Porque la dimisión de Núñez también ha afectado al partido en Madrid. De hecho, la ex diputada y ex vicesecretaria de Movilización y Reto Digital también era portavoz del PP en el ayuntamiento de Fuenlabrada (Madrid) y una dirigente mimada por Ayuso. Con ella habló el pasado miércoles antes de notificar su decisión de abandonar todos sus cargos. El PP madrileño estaba dispuesto a aguantar la presión del PSOE y del Gobierno sin dar ni un paso atrás, pero entendieron que no se trataba tanto de una guerra de Ayuso contra el mundo sino sino que afectaba al corazón de Génova.
Partido engrasado
Además de la ejecutiva popular del lunes, donde se espera que Feijóo inste a los suyos a no relajarse y tener todas las estructuras del partido, tanto en el ámbito autonómico como local, engrasadas por lo que pueda pasar a la vuelta del verano, lo previsible es que a lo largo de la semana comparezca ante los medios para hacer balance del curso que termina. También tendrá la oportunidad de dar réplica a la rueda de prensa de Pedro Sánchez del mismo lunes. Las vacaciones de verano apenas serán una mínima tregua.
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