«Los aceites en tu piel pueden ser peligrosos. Sí, aceites esenciales como el de lavanda y el del árbol de té podrían interferir con tus hormonas. Algunos de estos aceites esenciales podrían actuar como disruptores endocrinos, y esto ha sido publicado en revistas científicas prestigiosas como el New England», afirma Álex Docampo, dermatólogo, en un vídeo publicado en su perfil de TikTok.
«Su uso se ha relacionado con casos de ginecomastia, es decir, el crecimiento de pechos en niños varones. Aunque la causalidad de la ginecomastia no está del todo clara, los aceites esenciales podrían tener propiedades estrogénicas, lo que significa que pueden afectar a tus hormonas. Además, pueden estropear tu piel», recuerda el experto.
«Si los aplicas en la cara, estos aceites no solo no tienen eficacia demostrada para tratar acné o rosácea, sino que pueden ser oclusivos, lo que significa que tapan los poros y pueden generar más granos. Además, pueden producir dermatitis de contacto alérgica a sus componentes», dice el dermatólogo.
«Al final, es mejor que te centres en los principios activos y efectivos que comento en mis vídeos. Lo natural no siempre es mejor y el único beneficio que tienen estos aceites es económico para las empresas que los producen. Que sí, son las mismas que también hacen otros cosméticos no tan naturales», explica Docampo.
Riesgos
Riesgos específicos:
Irritación:
Algunos aceites esenciales, como la canela, orégano, y tomillo, pueden causar irritación o quemaduras en la piel, especialmente si se aplican puros o en altas concentraciones.
Fotosensibilidad:
Los aceites cítricos (limón, naranja, bergamota) pueden hacer que la piel sea más sensible a la luz solar, lo que puede provocar quemaduras, ampollas o manchas si se expone al sol después de la aplicación.
Reacciones alérgicas:
Ciertos aceites esenciales, como el de árbol de té, pueden provocar dermatitis de contacto alérgica, especialmente en personas sensibles.
Oxidación:
Los aceites esenciales oxidados pueden ser irritantes o alergénicos, por lo que es importante almacenarlos adecuadamente y evitar su uso si han cambiado de color o olor.