Esta semana, dos años después del inicio del mandato, la Diputación de Alicante ha reunido a su Consejo Económico y Social para presentar su plan de trabajo. El retraso en la puesta en marcha de este órgano consultivo, concebido para canalizar la participación social y evaluar las grandes líneas políticas de la institución, evidencia la escasa prioridad que algunas administraciones otorgan a estos espacios de diálogo. En la provincia, los consejos sociales de las dos universidades públicas, la UA y la UMH, mantienen una actividad constante. El Ayuntamiento de Alicante, por su parte, no convoca su consejo desde 2019, mientras que el de Elche sí se reunió en diciembre del año pasado para conocer el presupuesto municipal.
El Consejo Económico y Social de la Diputación aprobó esta semana su calendario de trabajo nueve meses después de su última reunión, la de constitución, pese a que el reglamento exige reuniones trimestrales. Solo se han producido dos encuentros en dos años. La sesión incluyó la presentación de una guía sobre los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) con datos de 2022, lo que generó críticas por su falta de actualidad. La oposición volvió a acusar al equipo de gobierno del PP de parálisis y de relegar estos órganos a un papel decorativo.
En Alicante no se han convocado reuniones desde 2019 mientras que el de Elche aprobó el último presupuesto
Frente a estas críticas, la vicepresidenta primera de la Diputación y del propio consejo, Ana Serna, defiende el papel del órgano y asegura que la institución provincial está «absolutamente comprometida» con su función. Reivindica su utilidad como espacio de participación y destaca que, con la nueva metodología de trabajo, el consejo será más ágil y operativo. Confía en que pronto podrán presentarse las primeras conclusiones sobre los retos provinciales.
En contraste con la Diputación, el Consejo Social de la Universidad de Alicante mantiene una actividad regular y sólida. En su última sesión plenaria, celebrada en diciembre, aprobó por unanimidad el presupuesto de 2025 y reivindicó su papel como órgano de interlocución entre la sociedad y el mundo académico. Su presidente, Adolfo Utor, defendió la «suficiencia financiera» para garantizar la equidad universitaria y destacó los avances en transparencia y gobernanza ética impulsados por el consejo.
Los últimos presupuestos municipales de Elche fueron presentados al Consejo Social en diciembre / Áxel Álvarez
En el caso de la UMH de Elche, el Consejo Social mantiene una actividad sostenida y visible. Aprobó su presupuesto para 2025 el pasado 18 de diciembre, entregó a principios de este mes sus premios anuales —donde su presidente, Joaquín Pérez, defendió su papel estratégico en tiempos de incertidumbre global— y participó esta semana en la firma de un convenio clave entre la UMH y el Ayuntamiento para la cesión de terrenos. Para la secretaria general de la institución académica, Mercedes Sánchez, se trata de «un órgano básico, fundamental, que actúa como nexo entre la universidad y la sociedad» y cuya labor de fiscalización abarca desde los presupuestos hasta las nuevas titulaciones.
En el caso del Ayuntamiento de Alicante, el Consejo Social no se reúne desde 2019. Aunque su composición fue renovada en 2020, no ha vuelto a ser convocado. Desde el consistorio aseguran que está previsto reactivarlo durante el presente mandato y que los ejes estratégicos que contempla —como ciudad, sectores económicos, capital humano o conectividad— se trabajan desde las distintas áreas municipales. Sus conclusiones, afirman, se pondrán en común cuando el órgano se reúna de nuevo. Por ahora, no hay fecha para su puesto en marcha.
Proyecto de presupuestos
En Elche, el Consejo Social mantiene su actividad y se reunió el pasado 9 de diciembre para conocer el proyecto de presupuestos municipales para 2025. A la sesión asistieron representantes del tejido social, económico y político de la ciudad, lo que refuerza su papel como órgano de participación real. Aunque varios asistentes expresaron dudas sobre algunas partidas, el encuentro reflejó una dinámica de funcionamiento regular.
En la provincia también hay consejos activos, como el Consell Econòmic i Social d’Alcoi, que se reunió recientemente para ratificar las fechas de las Fiestas de Moros y Cristianos de 2026. Este órgano consultivo, con representación política, sindical, empresarial y educativa, participa en decisiones clave para la ciudad. El alcalde, Toni Francés, lo define como «un instrumento esencial» para avanzar con consenso y construir un modelo de ciudad «más justo, competitivo y cohesionador».
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