«Muy tranquila y en paz». Así se siente la atleta Ana Peleteiro y así lo ha transmitido a sus seguidores tras comunicar que había perdido al bebé que esperaba en la semana siete de gestación. La deportista ha reaparecido en sus redes sociales para sincerarse sobre el momento que atraviesa y ha explicado que, además del apoyo de su familia y su marido, Benjamin Compaoré, le está ayudando el trabajo previo que había hecho en el proceso de duelo tras perder a su abuela. «Obviamente, tener que dar a luz a tu hijo fallecido, tan pequeñito, es algo durísimo, pero lo vivimos de una forma bonita, unidos y en casa», confiesa la deportista de élite.
El duelo perinatal que ahora atraviesa Ana Peleteiro se produce tras la pérdida de un bebé durante el embarazo, o en los momentos previos o posteriores al parto. Sigue siendo tabú y es uno de los «más desautorizados por la sociedad por incomprendido», según los médicos. Por eso es tan importante el mensaje que lanza la atleta: comparte su experiencia porque lo considera necesario y, en su cuenta de TikTok, dice que le hubiera «encantado encontrar el vídeo de una chica hablando de su experiencia con la medicación o cómo vivió su aborto«.
En los servicios de Neonatología de los hospitales asisten con relativa frecuencia a ese duelo perinatal desconocido para mucha gente hasta que lo vive en sus propias carnes, Un sentimiento que, aclaran los especialistas, no solo padecen las madres que pierden a un bebé al poco tiempo de nacer, también aquellas que han sufrido un aborto. Es decir, las futuras madres que no llegan a serlo.
«Verme entera»
En su publicación, Peleteiro admite que ha trabajado el proceso de duelo hace años por la pérdida de su abuela y eso la está sosteniendo. «Entendí la pérdida con otra filosofía», señala al tiempo que dice que «probablemente a mucha gente le extrañe verme entera».
Pero, cómo no, habla de soledad. «Hace dos días estuve muy mal porque te sientes sola. También por el desconocimiento», reconoce la atleta gallega que, además, ha explicado que tuvo la suerte de que el proceso del aborto fue muy rápido, que no necesitó hospitalización. «Estoy bien y estoy sana», ha tranquilizado a sus seguidores. Y ha dado las gracias a su médico, que les acompañó e informó durante todo el proceso.
El dolor y la pena
«Obviamente, el dolor y la pena siguen en mí, pero lo he gestionado bien«, ha señalado la atleta en un ejemplo de resiliencia. El duelo perinatal, dicen los especialistas, es muy particular y nada tiene que ver con el que se sufre por otras pérdidas y que todo el mundo comprende. En este caso, como el bebé no ha existido para los demás, a veces se convierte en un proceso que, además de desautorizado por la sociedad, es invisible.
En España, afortunadamente, la mortalidad infantil es «muy baja» pero la mitad de los niños que fallecen lo hacen mientras están ingresados en Neonatología. Porque es en el primer mes de vida cuando más complicaciones hay: niños prematuros, con malformaciones o problemas derivados del parto.
Las cajas de recuerdos, las huellas de los pies, las mariposas en las puertas de las habitaciones de las familias que pasan un trance así -para que los sanitarios sean conscientes de esa situación-, los espacios privados para llorar… e incluso los certificados ficticios de nacimiento, son algunas de las iniciativas que despliegan los hospitales para visibilizar ese duelo desautorizado.
Tener un nombre
La iluminación de monumentos y edificios públicos cada 15 de octubre es un gesto de sensibilización sobre la muerte y el duelo gestacional y neonatal para celebrar el Día Internacional de la Muerte Perinatal (International Babyloss Awareness Day) promovido por varias asociaciones de apoyo a madres, padres y familias de toda España.
Entre las pioneras, Umamanita, que crearon en 2009 Jillian Cassidy y Juan Castro después de la muerte intrauterina de su hija Uma en 2007. «A nivel social, tener la confianza para poder decir mi hijo se llamaba cuál, y nació en la semana tal y está en mi libro de familia, ha sido clave», señalaba Cassidy a este diario desde Girona, donde se ubica la entidad.
Unos padres junto a su bebé en un espacio familiar de Neonatología / EFE/ALEJANDRO GARCÍA
Aludía a un paso que se produjo el 8 de agosto de 2023 cuando entraba en vigor la Ley 20/2011, de 21 de julio, del Registro Civil (BOE de 22 de julio) que establece, en su disposición adicional cuarta, la obligatoriedad de que figure en un archivo del Registro Civil, sin efectos jurídicos, el fallecimiento ocurrido con posterioridad a los seis primeros meses de gestación y antes del nacimiento, pudiendo los progenitores otorgar un nombre al bebé. Este acto simbólico es una validación institucional y un punto de inflexión social para el reconocimiento del significado e impacto de la muerte perinatal», celebraba entonces la asociación.
Esta entidad ha pedido en diferentes ocasiones una estrategia nacional de información y prevención. Abogan, entre otros aspectos, por implementar campañas informativas para mujeres y formación para profesionales sobre la importancia de los movimientos del bebé y la posición de dormir en el tercer trimestre del embarazo o mejorar el acceso a la atención prenatal de poblaciones de mujeres vulnerables, como aquellas con menos recursos socioeconómicos y las mujeres migrantes procedentes de países de renta baja.
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