Nevena Dimitrijevic llegó el pasado verano a A Coruña para convertirse en el nuevo cerebro de Maristas. Su rendimiento impecable, tanto dentro como fuera de la cancha, la convirtieron en apenas doce meses en un activo muy valioso para el club y para el colegio. La jugadora serbia continuará un curso más en las filas del conjunto coruñés y para su entrenador, Fernando Buendía, «como si son siete u ocho». «Hasta que quiera jugar, Maristas es su casa», incide.
«Estamos muy contentos con ella y ella con nosotros. Los niños la quieren un montón», explica Fer Buendía sobre Dimitrijevic. Sus números de la temporada pasada, con 13 puntos, 6 rebotes y 5 asistencias por partido, fueron capitales para que el conjunto colegial alcanzase la fase de ascenso y se quedase a un triunfo de subir a Liga Challenge. Lo hizo, además, con un ejemplo de compromiso con el equipo. Forzó con una lesión para ayudar a sus compañeras a cerrar la clasificación para la fase de ascenso de Vilagarcía.
Dimitrijevic, como una de las mejores jugadoras de un equipo que se quedó a las puertas de volar de Liga Femenina 2 a Challenge, seguirá siendo un valor seguro dentro de un Maristas que apunta a un proyecto continuista, pero del que se van dos de las jugadoras más destacadas del último curso. «Intentamos que todas las jugadoras que estaban aquí siguieran, pero no fuimos capaces. Nia Daniel y Solo Amusan tenían mejores ofertas y decidieron salir», explica Buendía.
También se despidieron Laura Cervelo, por motivos personales, Carlota, por estudios, y Lorena, a quien no pudieron garantizarle más minutos. «Salvo Marina, que tiene un tema laboral en el que no sabe si podrá compaginar, el resto de la plantilla está cerrada», adelanta el entrenador, que vivirá su cuarta campaña en el club.
Después de dos temporadas consecutivas en la fase de ascenso, el técnico celebra el crecimiento que ha experimentado el club tiene ganas que de vaya a más. «El objetivo cuando llegué era volver a tener gente joven de la zona de A Coruña que pueda ser la base del equipo para no depender tanto del mercado», explica. Cita, entre ese talento de base, a Raquel, Carla o Sonia. «Por otra parte, me apetecía cambiar el rol de equipo que solo lucha por no descender», añade. En 2024 se clasificaron por primera vez para la fase de ascenso y, el pasado mes de mayo, solo una derrota en la final les privó de escalar a Liga Challenge, la segunda categoría nacional. «Maristas ya no es uno de los pequeños de la categoría. Aunque económicamente es un proyecto muy humilde, la gente que lo rodea hace que sea uno de los potentes», resalta.
Un listón muy alto
El técnico no puede garantizar resultados similares a los del último curso. «Las bajas de Nia y Solo son muy complicadas de suplir», advierte. Para la primera incorporaron a la uruguaya Josefina Zeballos. «Es joven, pero ya ha hecho números en la liga», asegura Buendía, quien ya trató de incorporarla hace tres años. Un problema con los papeles truncó el fichaje. «Para el puesto de solo, va a llegar una rookie», apunta el entrenador, que remarca la filosofía del club. «Todas las jugadoras tienen que estar implicadas con la cantera. Las niñas las conocen y quieren ser como ellas. Son referentes humanos al ver que trabajan, estudian y juegan a este nivel», resalta.
Esta temporada, Maristas esquiva en su grupo las islas, algo positivo para las arcas del club. Sin embargo, tendrá rivales más complicados. Bajan el Barakaldo y el Arxil y también se medirá a equipos exigentes como Cortegada, Tarragona, Mataró, Lleida o Manresa.