En la red X (o sea, en Twitter), en una publicación acompañada de un vídeo en el que Neymar Jr. insulta a un aficionado del Santos, se podía leer: «Neymar Jr ha hecho cuatro goles en este 2025. En su haber, lleva un numerito más que un gol».
Y es que el ’10’ la volvió a liar en el segundo tropiezo consecutivo del Santos, que venía de ser goleado el fin de semana en Mirassol (3-0) y cayó en la Vila Belmiro ante el Internacional (1-2).
Con este cero de seis puntos posibles, el Peixe sigue hundido en la parte baja del Brasileirão, perpetuándose en una de las cuatro plazas de descenso a la Serie B. Acumula nueve derrotas en los quince partidos que ha disputado.
Durante el encuentro con el Colorado gaúcho, Ney retó a un aficionado que lo insultaba. El ambiente estaba muy enrarecido, con la ‘torcida’ local muy molesta por el rendimiento del equipo.
Y, cuando terminó el encuentro, el ’10’ fue directo a por el hincha en cuestión. «¿Tú no eres tan macho? Pues ven ahora al vestuario», le dijo. «Cállate, hijo de puta, estoy dando la vida, carajo… Vete a tomar por culo. Deja de insultarme, hijo de puta», le profirió, entre otras lindezas, en un diálogo muy subido de tono.
Captado por las cámaras, el episodio, como no podía ser de otra forma, se hizo viral en Brasil. Son imágenes que propagan y aumentan el sentimiento de nerviosismo que se ha instalado en el Santos, que, en el año de su regreso a la Serie A, vuelve a ver cómo el fantasma de un posible segundo descenso planea sobre el conjunto que ahora dirige el que fuera ayudante de Tite, Cléber Xavier. A cada derrota, la presión aumenta.
Ney es reincidente en sus encontronazos con el público. Desde que regresó en febrero al fútbol brasileño, acumula cinco enganchadas con hinchas, dos de ellas con santistas. Se acabó la luna de miel.
La única nota positiva de estas últimas semanas, en las que el Brasileirão volvió tras la pausa obligada por el Mundial de Clubes de la FIFA, es que
El ’10’, castigado por las lesiones musculares, está intentando enlazar una secuencia de partidos que le permita, por fin, tener las condiciones físicas para regresar a la Seleção, lo que no ha logrado desde que se lesionó de gravedad (se rompió el ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda más el menisco) en octubre de 2023, en Montevideo, en un Uruguay-Brasil.
Carlo Ancelotti lo espera, pero fue muy claro el día de su presentación como seleccionador brasileño: solo lo llamará cuando recupere su mejor versión.
Ney tiene la mirada puesta en la fecha FIFA de principios de septiembre, cuando Brasil, ya con el billete confirmado para el Mundial 2026, cierra las eliminatorias sudamericanas contra Chile, en Maracaná, y Bolivia, en la altitud de La Paz.