María Dueñas (Puertollano, 1964), que a finales del pasado mes de marzo publicó ‘Por si un día volvemos‘, novela con la que viaja hasta el Argel de principios del siglo XX, charla esta semana con Inés Martín Rodrigo y Álex Sàlmon sobre este libro y el fértil terreno literario que pisa desde hace ya más de 15 años en el nuevo episodio de ‘Libros y Cosas‘, el pódcast del suplemento ‘ABRIL’ de Prensa Ibérica.
La chispa que prendió la narración fue, una vez más, un escenario, la Argelia francesa de principios del siglo XX, con la emigración española como protagonista. Tres años de dedicación a una novela que, como las demás, fue para ella un aprendizaje. “Yo pienso mucho los libros antes de escribirlos y los trabajo mucho de coco y de notas y de documentación”, asegura la autora sobre la posibilidad, o no, de que en mitad de la intensa promoción pueda surgir alguna idea que acabe en una nueva historia.
Al ser preguntada por Martín Rodrigo sobre si los años de experiencia, la trayectoria ya consolidada, reconocida, hacen que afronte cada libro con más seguridad, Dueñas confiesa que “es una seguridad relativa, nunca das nada por hecho, mi único trabajo es esforzarme con todo lo que pueda dar de mí. No me permito estar en la duda, en la incertidumbre, qué pasará, gustará… Yo tengo que hacer el mejor libro que pueda y ahí voy a poner toda mi fuerza, mi energía, mi ilusión, mi talento. Mi responsabilidad es hacer mi trabajo y, entonces, eso no me altera, no me genera inseguridad, no me preocupa, no me trastorna”.
María Dueñas, en ‘Libros y Cosas’.
‘Por si un día volvemos’ nace de la necesidad de la escritora de ir a Orán, una ciudad que, por razones personales, ha resonado en su cabeza muchos años. “Siempre he pensado que era un enclave muy cercano a nuestra España pasada y presente, y fue una posesión de la Corona española durante tres siglos. Cervantes estuvo allí, Lope de Vega le dedicó una comedia, Góngora lo menciona, toda la obra literaria del Siglo de Oro está llena de referencias a Orán, era la corte chica y se nos olvidó casi que tuvo algún vínculo”, explica la autora sobre las razones que la llevaron a escribir una novela que de nuevo está atravesada por el exilio y la emigración. “A partir de ‘El tiempo entre costuras’ fui siendo cada vez más consciente de que cuánto de abierta está España por el mundo. Tengo la suerte de que en casi todos los periodos históricos que yo he ido indagando queda memoria viva, he hablado con mucha gente y al final la sensación que se te queda es la de qué espantoso es el desgarro, qué experiencias tan duras, son conmovedoras por distintas razones, pero al final es siempre verte obligado a dejar tu mundo, a desarraigarte”, reflexiona Dueñas.
Al final de la conversación, la novelista explica que le gusta escribir sobre “mujeres a las que la vida les pone en el disparadero y tienen que sacar de dentro una fortaleza y un coraje que muchas veces ni ellas mismas son conscientes que tienen, mujeres que no entrarán nunca en los libros de Historia”. Además, Dueñas es “consciente de que la historia de la literatura la han escrito los hombres y a veces han hablado de las mujeres, no siempre con acierto, pero había un claro déficit, había un desequilibrio enorme”. Y remata: “Las grandes lectoras son mujeres, ahora somos muchas mujeres escribiendo, pero todavía hay un ojo masculino que eso no lo reconoce en su justa medida… Yo es que estoy muy quemadita con muchas cosas. Estoy cansada de que nos vengan a decir qué es lo que hay que leer, de que vengan los salvapatrias de la literatura a decir lo que vale y lo que no”.