Por segundo día consecutivo el Tour seguirá sobre los 2.000 metros, en una última cita alpina con meta en La Plagne, que dejará ya muy definida la general final de dos días más tarde en París.
Los Alpes habrán dejado dos de las etapas más duras de los últimos años, en esta ocasión una jornada montañosa comprimida en 129,9 kilómetros, con salida en Albertville y cinco dificultades montañosas en las que habrá que dejar las últimas fuerzas para superar 4.550 metros de desnivel positivo.
Sin calentamiento, la jornada comenzará con el ascenso a la cota de Héy-sur-Ugine, de segunda categoría, aperitivo del Saisies, de primera, y sus 13,7 kilómetros al 6,4%. La subida al Col du Pré, de categoría especial, 12,6 kilómetros al 7,7%, que casi se junta con el hermoso Comet de Roselend, de segunda categoría, cuya cima está a 51 kilómetros de meta, de los que los 19 últimos son la subida a La Plagne, con una pendiente media del 7,2%.