Adonina Tardón García y Radhamés Hernández Mejía son catedráticos de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Oviedo y miembros de la Real Academia de Medicina del Principado
Salud Pública es, según la Organización Mundial de la Salud, «la ciencia y el arte de prevenir las enfermedades infecciosas y no infecciosas de la comunidad, prolongar la vida y fomentar la salud y la eficiencia física mediante esfuerzos organizados de la comunidad». En España es definida por la Ley 33/2011, de 4 de octubre, General de Salud Pública como: «El conjunto de actividades organizadas por las Administraciones públicas, con la participación de la sociedad, para prevenir la enfermedad, así como para proteger, promover y recuperar la salud de las personas, tanto en el ámbito individual como en el colectivo y mediante acciones sanitarias, sectoriales y transversales».
Si disponemos de una Agencia Estatal de Salud Pública (AESAP) contaremos con un sistema de información más fiable, inmediato y comparable para guiar la toma de decisiones en momentos de crisis sanitaria. Podremos diseñar con anterioridad planes de vigilancia, preparación y respuesta atendiendo, por ejemplo, a las reservas estratégicas de materiales imprescindibles. También podremos mejorar la comunicación con los medios y la sociedad al poderse estructurar con mayor transparencia y mejores capacidades. Es decir, una agencia independiente y centrada en la prevención de la enfermedad y sobre todo en la promoción de la salud y el abordaje de los determinantes de salud nos ayudara a gestionar mucho mejor las situaciones de crisis o reemergencia de problemas de salud.
La AESAP deberá abordar las características clave de la salud pública, es decir en su dimensión colectiva, con funciones de promoción y prevención, con participación de la sociedad y centrada en la relación de las personas entre sí y con su entorno desde un enfoque inter y multidisciplinar enfocado al concepto de «One Health». El enfoque de salud pública va más allá de la mirada sanitaria ya que los determinantes familiares, la educación, las desigualdades sociales y económicas, el acceso o la calidad del trabajo, el diseño de las ciudades, el verde urbano y la exposición ambiental determinan la salud individual y colectiva. Si se crea la AESP, tendremos una Agencia para afrontar las futuras crisis sanitarias, pero sobre todo tendremos una agencia para avanzar en salud pública y comunitaria en nuestro país.
El Congreso ha dado luz verde a la creación de este organismo. Y al estar las competencias de salud transferidas a las comunidades autónomas, la agencia debe estar organizada «en red» y actuar como «nodo» para las distintas autonomías y otros centros de especialidades, así mismo debe ser independiente y contar con presupuesto suficiente para identificar y prevenir todos los determinantes ambientales y sociales además de los de estilos de vida.
Respecto a su ubicación, Asturias ha presentado a la ministra de Sanidad su candidatura como sede de la Agencia de Salud Pública. «Somos referentes en esta materia», aseguró la consejera Concepción Saavedra. Y el Ayuntamiento de Oviedo y su Alcalde proponen ya La Vega para la sede del organismo.
Desde la Real Academia de Medicina del Principado de Asturias (RAMPRA) queremos apoyar esta candidatura de Asturias como sede de la futura agencia estatal de salud pública por un conjunto esencial de motivos, pero el fundamental y más destacable es que Asturias cuenta desde los años ochenta con una consejería de Salud que ha desarrollado con eficacia y eficiencia las competencias legislativas en planificación sanitaria y ordenación territorial, protección de la salud, vigilancia epidemiológica y de salud pública, promoción de la salud, prevención de la enfermedad, equidad y humanización de cuidados y salud comunitaria en todos los aspectos físicos, mentales y sociales. La consejería de Salud además cuenta con el respaldo absoluto del gobierno del Principado y de las organizaciones sanitarias en su globalidad. Pero sobre todo y lo más destacable, desde nuestro punto de vista, es que ha existido siempre una intención explicitada y mantenida de cooperación entre las diferentes consejerías con competencia en salud pública, consejerías de derechos sociales y bienestar, medio ambiente, ordenación de territorio, urbanismo, vivienda y derechos ciudadanos.
Los aquí firmantes profesores de medicina preventiva y salud pública de la universidad de Oviedo durante más de treinta años manifiestan que Asturias es el mejor emplazamiento para esta sede porque en Asturias existe un firme compromiso habiéndose apoyado y creído siempre en la salud pública y comunitaria y en la necesidad de orientar los servicios poblacionales hacia el empoderamiento del ciudadano en el conocimiento y cuidado de su salud y de la salud de la comunidad capacitando a las personas para tomar control sobre su salud y mejorar su bienestar. Esto implica no solo acciones individuales, sino también modificaciones en el entorno social, económico y ambiental promoviendo la participación activa de la ciudadanía y la colaboración con entidades locales para crear entornos saludables y reducir inequidades en salud.
Todo esto Asturias lo sabe hacer muy bien por ello creemos que parte con ventaja.
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