Visto y no visto. Los toldos que desde finales de junio dan sombra a la calle principal de la isla de Tabarca empiezan a ser historia, como confirman desde la asociación de vecinos. Este viernes, 25 de julio, justo un mes después de su instalación, la empresa adjudicataria ha empezado la retirada de los sombrajes, cumpliendo así con las exigencias de Patrimonio al tratarse de un entorno BIC (Bien de Interés Cultural), pese a que el contrato se licitó con el propósito de que se mantuvieran hasta noviembre. No será así, tal y como se sabe el Ayuntamiento desde antes de la adjudicación.
Y es que las advertencias sobre las trabas técnicas a los toldos de Tabarca se supieron en el gobierno municipal un mes antes de la adjudicación. El Ayuntamiento de Alicante adjudicó el pasado 16 de abril el contrato para instalar toldos en el Carrer d’Enmig de Tabarca por 165.649 euros (IVA incluido), pese a que sabía que solo podrían estar colocados durante un máximo de veinte días. Esta limitación temporal constaba en un informe del Departamento de Patrimonio Integral del Ayuntamiento, fechado el 18 de marzo de 2025, es decir, casi un mes antes de que el contrato fuera adjudicado y dos antes de la formalización oficial.
La licitación del contrato se inició el 19 de diciembre de 2024. Desde el principio, el proyecto contemplaba cubrir dos tramos del Carrer d’Enmig, entre la plaça Carloforte y la plaça Gran con unos 500 metros cuadrados de sombrajes, mediante estructuras triangulares y rectangulares fijadas a postes y fachadas. El contrato preveía que el sistema estaría operativo cada año desde el 19 de marzo hasta el 1 de noviembre, es decir, durante 228 días.
Sin embargo, el 18 de marzo, el Departamento de Patrimonio Integral del Ayuntamiento ya advirtió por escrito tanto a la Jefatura de Turismo como al director general de Proyectos y Obras que el proyecto afectaba parcialmente a un Bien de Interés Cultural (BIC), dado que el Carrer d’Enmig forma parte del conjunto histórico protegido de la isla.
En ese informe se detallaba que, al tratarse de una intervención en un BIC, solo podía realizarse de forma temporal y vinculada a fiestas tradicionales de interés público, como las de San Pedro y San Pablo (29 de junio) y la Virgen del Carmen (16 de julio). Por tanto, el uso de los toldos debía limitarse a ese breve periodo, muy alejado de los más de siete meses previstos en un principio. El documento también señalaba que, aunque la instalación era desmontable y de carácter efímero, su ejecución requería notificar el montaje y desmontaje a la Conselleria de Cultura.
Adelante, pese a todo
Pese a esa advertencia, el gobierno municipal del PP adjudicó el contrato el 16 de abril. No fue hasta el 12 de junio cuando el Ayuntamiento formalizó la modificación del contrato para ajustar el calendario de uso a las fechas permitidas, según el Portal de Contratación.
Anteriormente, el Servicio de Turismo emitió un nuevo informe, fechado el 26 de mayo, en el que asumía la limitación de uso y fijaba el despliegue de los sombrajes exclusivamente para las dos festividades mencionadas (entre el 25 de junio y el 16 de julio). En ese documento, la jefa del servicio reconocía que el uso real se reduciría a 18 días, frente a los 228 previstos, pero consideraba que ese cambio no suponía una modificación sustancial del contrato. El contratista aceptó los nuevos términos por escrito y la Asesoría Jurídica y la Intervención Municipal los validaron.
Los toldos se instalaron a finales de junio. Su desmontaje ha arrancado este viernes, 25 de julio. El contrato exige que, tras su retirada, las estructuras se trasladen a la península para ser almacenadas, limpiadas y revisadas de cara a su reutilización. No obstante, con las restricciones actuales, su uso queda limitado a unas tres semanas al año, salvo que se obtenga una autorización más amplia en futuras ediciones.
¿Otra ubicación?
Nada se sabe por ahora del futuro de los toldos. Las sombras instaladas en el Carrer d’Enmig de la isla de Tabarca podrían empezar a dar sombra en otros puntos de Alicante a partir de 2027. Así lo dejó caer la portavoz del equipo de gobierno del PP, Cristina Cutanda, quien confirmó que, una vez finalizado el contrato actual, el ejecutivo municipal pasará a ser propietario de estas estructuras de sombraje, lo que abriría la puerta a reutilizarlas en otras ubicaciones de la ciudad en las que se detecte necesidad de espacios de sombra. La edil añadió que estos toldos se guardarán «en la península», según el pliego del contrato, hasta el próximo año, cuando volverán a «ponerse en el mismo lugar».
No obstante, Cutanda dejó claro que esta rutina podría cambiar a partir de 2027, cuando las instalaciones de sombraje pasen a ser propiedad municipal. «Una vez transcurridos los dos años previstos en Tabarca, los toldos pasarán a ser propiedad del Ayuntamiento de Alicante y eso nos permitirá instalarlos en cualquier otra ubicación de la ciudad, si consideramos que hay zonas que necesitan ese tipo de sombraje», afirmó la portavoz, aunque sin concretar posibles espacios.
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