El Sabadell saca la «artillería», como la calificó hace un par de meses su presidente, Josep Oliu. El banco ha anunciado este jueves que prevé repartir a sus accionistas 6.300 millones de euros entre 2025 y 2027, una cantidad récord para la entidad (más del 40% de su valor actual en bolsa) con la que espera convencer a sus propietarios de que rechacen a partir de septiembre la oferta de compra (opa) del BBVA. El grupo, así, espera que su rentabilidad se eleve hasta alcanzar el 16% al final del trienio y que ello le permita abonar una retribución ordinaria contra sus resultados de 3.800 millones en el conjunto de los tres años. A ello se sumarán los 2.500 millones del dividendo extraordinario en metálico que ha prometido repartir en el primer trimestre de 2026 si su junta del próximo 6 de agosto aprueba la venta de su filial británica TSB al Santander.
Como adelantó EL PERIÓDICO a finales de enero, el Sabadell decidió hace meses elaborar un plan estratégico 2025-2027, hoja de ruta con el que no contaba desde el cierre de 2023, para tratar de demostrar que la mejora de sus resultados de los últimos cuatro años es sostenible y reforzar el mensaje de que generará más valor a sus accionistas si continúa en solitario. La iniciativa culmina una serie de medidas con que ha buscado torpedear la opa, con hitos como el regreso de su sede social a Catalunya, los sucesivos incrementos de la remuneración a los accionistas o la reciente venta de su unidad inglesa. De hecho, el banco ha retrasado la presentación del plan un par de meses para tratar de que tenga el mayor impacto posible contra los planes del BBVA.
La clave para el Sabadell es intentar demostrar que ganará más dinero de lo que espera el mercado. El consenso de analistas prevé hoy por hoy que el banco obtenga este año un beneficio de 1.783 millones de euros, una cifra en línea con la anticipada por la propia entidad. La discrepancia está en los próximos ejercicios: los expertos auguraban unas ganancias muy similares para 2026 y 2027 (1.755 y 1.764 millones), pero antes de la venta de TSB (que aportó el 17,5% del beneficio en el primer semestre de este año). Frente a ello, el banco dirigido por César González-Bueno estima que obtendrá más de 1.600 millones en 2027.
Aunque la cifra es menor, supone un incremento de en torno al 5% respecto al beneficio recurrente de 2024 si se excluye de la comparación la filial británica. Puede parecer un alza modesta, pero es significativa porque prevé obtenerla a pesar de las rebajas de los tipos de interés oficiales aprobadas por el Banco Central Europeo (BCE) desde mediados de 2024, que deprimen los ingresos básicos de las entidades financieras.
Más rentable
El banco, así, ha asegurado al mercado que puede capear el efecto tanto del abaratamiento del precio del dinero como de la pérdida de algo más del 20% de su balance. En ello basa su estimación de que podrá mantener unos «niveles altos» de remuneración recurrente a sus accionistas (los 3.800 millones entre 2025 y 2027). La clave es que espera generar cada año de media 1,75 puntos porcentuales de capital (más de lo que afirma que puede hacer el BBVA por su distintos perfiles de negocio), mientras mantiene el compromiso de repartir a los accionistas el capital que exceda del 13% mediante dividendos y recompras de acciones.
El banco, asimismo, ha reafirmado que repartirá a sus propietarios el 60% del beneficio que obtenga cada ejercicio y ha prometido que el dividendo recurrente será en cada uno de los tres años del plan superior a los 0,2044 euros por acción de 2024. De momento, ha anunciado un dividendo de 0,07 euros por acción con cargo al resultado de 2025, que pagará el 29 de agosto y que obligará al BBVA a volver a ajustar la opa para descontarlo de la ecuación de canje de acciones mediante la que se instrumenta. La remuneración recurrente de 2025 se mantiene en 1.300 millones, con lo que los dos años siguientes será de «al menos» 2.500 millones. Es decir, una media de 1.250 millones por ejercicio a pesar de la venta de TSB, que se ejecutaría a principios de 2026.
Más negocio
El Sabadell ha logrado una mejora notable de sus resultados en los últimos años, gracias a las medidas internas que adoptó tras romperse las negociaciones de fusión amistosa con el BBVA a finales de 2020 y a las subidas de tipos de interés del BCE entre 2022 y 2023. El mejor ejemplo de ello es la evolución de la rentabilidad sobre el capital tangible: subió desde el 0% del año de la pandemia al 14,9% en 2024 (14% sin resultados extraordinarios). En el mercado, sin embargo, predomina la sensación de que tiene escaso margen de mejora adicional debido a las bajadas de tipos, a lo que se suma el impacto de la venta de TSB.
Frente a ello, el Sabadell ha asegurado este jueves que su rentabilidad subirá del 14,6% de 2024 sin TSB y sin extraordinarios al 16% en 2027. La entidad espera lograrlo mediante «aumentos moderados» de su cuota de mercado hasta 2027 (entre 0,25 y 0,3 puntos porcentuales desde el 8% actual): creciendo «muy por encima» de sus competidores en crédito al consumo, «ligeramente» más en financiación a empresas y pymes, y manteniéndose «en línea» en hipotecas. En conjunto, su crédito crecerá más de un 5%.
Ingresos y gastos
El margen de interés (ingresos por la diferencia entre lo cobrado por el crédito y lo pagado por los depósitos) se situará en 3.900 millones en 2027, en línea con el de 2024 si se excluye TSB. Prevé compensarlo con un incremento anual medio del 5% en los ingresos por comisiones, un margen de clientes (diferencia entre el tipo medio cobrado por el crédito y el tipo abonado por los depósitos) que frene su caída hasta situarse en torno al 3%, y un crecimiento contenido de los costes del 3% anual. También con una morosidad que caiga por debajo del 2,5%, con un coste del riesgo (peso de las provisiones sobre el saldo de crédito) en los 40 puntos básicos.
El Sabadell también ha anunciado que ganó 975 millones de euros entre enero y junio, un 23,3% más que en el mismo periodo del año pasado y el mayor beneficio semestral de su historia. La rentabilidad se situó en el 15,3% (14,4% sin resultados extraordinarios). Sin TSB, el beneficio fue de 804 millones, también una cifra récord. La filial británica, así, aportó 171 millones.
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