Madrid es una de las capitales del mundo de los derechos LGTBIQ+, un refugio seguro e inclusivo para latinoamericanos que huyen de discriminación y amenazas por su orientación sexual, pero también europeos como los italianos que buscan una vida mejor y, sobre todo, más libre en España, un fenómeno conocido como ‘sexilio’.
Esta realidad no resulta particularmente extraña, ya que el actual gobierno italiano de coalición cuenta con el partido Fratelli d’Italia, que tiene sus orígenes en Alleanza Nazionale, sucesor del partido neofascista Movimento Sociale Italiano.
Además, la primera ministra italiana y líder del partido Fratelli d’Italia, Giorgia Meloni, es reconocida por haberse expresado abiertamente contra «los lobbies LGTBI» y «la identidad de género», como dijo en un mitin del partido español de extrema derecha Vox en junio de 2022.
Dale Zaccaria, activista LGTBIQ+, periodista y escritora originaria de Subiaco (provincia de Roma), comenta su experiencia personal: “Madrid es la capital europea de los derechos LGTBIQ+, por lo que aquí podemos ser nosotros mismos sin miedo de ser discriminados o recibir amenazas, cosa que me pasó en Italia por ser mujer lesbiana.”
Llegó a Madrid hace dos años y, en su opinión, el ascenso al poder del actual gobierno ha agravado la situación en su país natal.
Es una hipótesis respaldada por la organización independiente ILGA-Europe, que en la clasificación Rainbow Map 2025 posiciona a Italia cerca de países como Hungría en legislación y políticas para las personas LGTBIQ+.
“Es evidente que en Italia no hay la libertad que hay en España (…), hay mucho sufrimiento en el mundo LGTBIQ+ italiano, y tengo amigos homosexuales que me dicen que me envidian porque me fui, mientras ellos siguen en Italia y viven su sexualidad de forma muy reprimida y oculta.”, comenta.
Comparando Madrid con Roma, Zaccaria opina que la comunidad LGTBIQ+ es “invisible” en la capital italiana y es “difícil que se vean parejas gais dadas de la mano”. La invisibilidad, opina, es debida al miedo por falta de seguridad y apoyo institucional.
“Aquí puedes vivir en paz, ser tú mismo, no te juzgan si eres heterosexual, trans (…) Es cierto, hay una presencia aquí de la comunidad LGTBIQ+ italiana debido al hecho de que tenemos mucha libertad y hemos decidido no quedarnos en Italia.”
Es un sentimiento compartido también por el italiano Erik Zanon, secretario del círculo madrileño Sandro Pertini del Partido Democrático italiano. Llegó a Madrid en 2018 para llevar su partido más “a la calle” y promover iniciativas de inclusión y visibilización LGTBIQ+ en la capital española.
“La percepción que tengo cuando estoy en Italia es que soy más vulnerable, principalmente por dos razones. Primero, no siento la protección del Estado, ya que no existe una ley contra la homotransfobia; y segundo, no gozo de los mismos derechos que una persona heterosexual.”, comenta.
Diferencias legislativas entre España e Italia
En Italia, las parejas del mismo sexo tienen derecho a la “unión civil”, como es conocida oficialmente, garantizada solamente desde 2016, y no está equiparada al “matrimonio”.
Una de las diferencias fundamentales con España es que en Italia las parejas de mismo sexo no pueden adoptar niños, a menos que se trate del hijo natural de la pareja.
Sin embargo, esto no está expresamente previsto por ley para las uniones civiles. Por lo tanto, la adopción siempre depende del criterio de un juez que evalúa si se garantiza el derecho de los niños a la certeza y estabilidad en su relación con quienes efectivamente ejercen la función parental.
En Madrid, donde se celebra anualmente el Orgullo más grande de Europa, la situación es radicalmente distinta, ya que en España se reconoce legalmente el matrimonio entre personas del mismo sexo desde 2005, además de leyes contra la homotransfobia y servicios públicos de ayuda y protección gratuitos.
Erik Zanon sintetiza a modo de conclusión: «En general, España es un país que te hace sentir bien. Fue el tercer país, después de Países Bajos y Bélgica, en introducir el matrimonio igualitario hace veinte años. Incluso hoy, las políticas LGTBIQ+ en España están a la vanguardia mundial».