Aitana derriba el muro alemán en la prórroga y España se cita con Inglaterra en la final de la Eurocopa femenina

No podía ser otra. Aitana Bonmatí, la mejor futbolista del mundo, fue quien derribó el muro alemán (0-1) y clasificó a España por primera vez en su historia a una final de una Eurocopa femenina. En ella ya esperaba Inglaterra. Será la reedición de la final del último Mundial. [Narración y estadísticas del partido].

Un partido muy duro en el que las de Montse Tomé no brillaron como en el resto del torneo. Algo planas en su juego y embotellando en su área a las germanas únicamente durante los últimos cinco minutos de la primera parte, tuvieron que irse hasta la prórroga para obtener el billete a Basilea.

Fue una genialidad de Aitana Bonmatí, quien contó también con la colaboración de Berger. Athenea recibió en el perfil derecho, se metió hacia adentro y filtró un pase en profundidad a Aitana.

La del Barça se dejó pasar el balón por debajo de las piernas y fusiló sin piedad a una Berger que estaba muy mal colocada. Desprotegió su portería y el balón se coló por su palo. Estalló de éxtasis Aitana y sus compañeras. Se hundieron las alemanas.

No hubo tiempo para más y España celebró por todo lo alto el pase a primera final de su historia. Lo hizo en la prórroga, pero pudo quedar apeada en el último minuto del tiempo reglamentario si no llega a ser por una doble intervención magistral de Cata Coll.

Primero al salvar un disparo desde la frontal que salió rebotado tras tocar en una defensa, y después para arrodillarse y sacar con el muslo el rechace que cayó en las botas de Bülh. Fue ahí cuando se empezó a cocinar el triunfo.

De menos a más

A nadie le sorprendió el guión de la primera parte. España saltó al verde mandona y Alemania se parapetó en su área en busca de dejar pocos huecos y encontrar alguno al contragolpe. Sin embargo, el monólogo de la Selección fue algo estéril.

Guijarro bajaba demasiado a recibir entre centrales, hubo poco movimiento sin balón y la circulación del esférico no fue del todo rápida. Quizá por no querer asumir riesgos, pero la selección española no fue capaz de generar apenas peligro sobre la portería de Berger durante gran parte del primer tiempo.

Esther González lo intentó a los 21 minutos con un disparo de primeras que envió la guardameta teutona a córner, pero esa fue la única llegada sobre su portería hasta bien entrado el final de los primeros 45 minutos.


Claudia Pina, durante la semifinal de la Eurocopa contra Alemania.

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Y es que España vivió más de 35 minutos con el freno de mano puesto y no fue hasta una falta provocada por Claudia Pina al filo del descanso cuando llegó el arreón. Primero Alexia cabeceó fuera y después Irene Paredes conectó un testarazo al poste a la salida de un córner.

La defensa alemana comenzaba a hacer aguas, pero tan solo debía aguantar un par de minutos para marcharse a los vestuarios con la igualdad imperando en el marcador. Y lo hicieron gracias al papel de Berger.

La portera germana se encargó primero de sacar el remate de Esther en el mano a mano y después se mostró segura con el disparo de Mariona Caldentey desde el pico del área. Pidió calma la teutona que veía cómo su selección empezaba a sufrir.

Reaccionó demasiado tarde España que vio cómo se llegaba a la conclusión de la primera parte justo en el momento en el que comenzaba a acorralar a su rival.

Sin ideas

Se esperaba una continuidad tras el paso por los vestuarios, pero España volvió a las andadas y no fue capaz de darle velocidad a su fútbol y poner en apuros a Berger.

De hecho, fue Alemania quien llevó la iniciativa durante los primeros compases de la segunda parte. Cata Coll desbarató primero el gol de Klara Bülh y la propia futbolista alemana mandó después una falta directa rozando el palo de la portería de España. Se llegó incluso a cantar gol en alguna zona del estadio.

Montse Tomé intentó buscar soluciones dando entrada a Salma y Athenea, pero no cambió el guión del choque. Sin dar demasiado trabajo a Berger, todo hacía indicar que la semifinal se iba a ir a la prórroga.

Y así fue, pero a punto estuvo Alemania de llevarse el gato al agua en el tiempo añadido. Una doble ocasión con una doble intervención de Cata Coll, la segunda de ellas con el muslo y a bocajarro, que evitó la eliminación de la Selección.

Fue entonces, en el momento en el que las piernas temblaban y no había fuerzas más que para hacer lo justo y necesario, cuando apareció en escena la Balón de Oro. Aitana Bonmatí, que pasó desparecibida durante gran parte de las semis, fue quien acabó mandando a Alemana a la lona.

Lo hizo en el 113′. Recibió un pase de Athenea y dejó pasar el balón entre sus piernas para no perder ventaja con un control de espaldas. Se perfiló de cara a puerta sin tocar el cuero, levantó la cabeza y fusiló al primer palo a Berger. 

Las futbolistas de España celebran el pase a la final de la Eurocopa.


Las futbolistas de España celebran el pase a la final de la Eurocopa.

REUTERS

La guardameta alemana, la mejor del equipo durante toda la noche, perdió la perspectiva de su portería y cometió un error de concetración que acabó costándole muy caro a su Selección. Aitana lo celebró con rabia, igual que sus compañeras, que gritaron al cielo de Suiza el pase a una nueva final.

En ella se verá las caras con Inglaterra. Igual que hace dos veranos en Sídney en la final del Mundial. Será un duelo titánico en las que las de Montse Tomé buscarán el triplete histórico. Hay licencia para soñar.

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