Un gesto tan corriente y cotidiano como lavar el coche ha conseguido conquistar, en pocas horas, las redes sociales.
Quizás porque ni el propietario ni el coche tienen nada de común. El tenista Jannik Sinner ha sido grabado por uno de sus vecinos lavando a mano, con mimo, su Ferrari 812 Competizione.
En el camino de acceso a su casa en Sesto Pusteria, en el Trentino (Italia), Sinner limpiaba con una esponja en mano la carrocería de su cavallino, ajeno a la cámara que ha dejado constancia del hecho.
El Ferrari 812 de Sinner es una producción limitada de la versión Superfast del mismo modelo. Se trata de una berlinetta de la que solo 999 unidades de la carrocería coupé vieron la luz. De la opción descapotable, solo lo hicieron 599.
Su motor es un V12 que entrega 830 CV, alcanza una velocidad máxima de 340 kilómetros por hora y pasa de 0 a 100 km/h en 2,85 segundos. Su precio de venta empezaba en el más de medio millón de euros.
Cada cuánto hay que lavar el coche
¿Qué deberían aprender todos los conductores de este gesto tan cotidiano de Sinner? Pues la importancia de lavar el coche a menudo, incluso en verano. Lo ideal es limpiar el coche al menos cada dos semanas. Así se evita la acumulación de suciedad, polvo, excrementos de pájaros y otros contaminantes que, de lo contrario, podrían dañar la pintura.
Eso sí, hay que tener en cuenta que diferentes factores externos como el hecho de aparcar el coche en la calle o no, o el área de residencia, podrían incidir en la periodicidad de esta tarea cotidiana.
La limpieza del coche que debería ejecutarse como mínimo cada 15 días es la exterior. Para ello se puede apostar por túneles de lavado, las clásicas mangueras (que salen muy económicas) o hacerlo, como Sinner, a mano. De esta manera, el conductor se asegura de no dañar la pintura, pero cuidado: depende de cómo y dónde se lave el coche el propietario puede acabar con una multa de incluso miles de euros, dependiendo de la administración competente.