El Ejército de Israel ha anunciado este martes la intercepción de un misil lanzado por los hutíes desde Yemen, en medio de los ataques por parte de los rebeldes contra territorio israelí en respuesta a la ofensiva militar desatada contra la Franja de Gaza tras los ataques del 7 de octubre de 2023.
«Tras las alertas activadas recientemente en varias zonas del país, hemos interceptado un misil lanzado desde Yemen», han indicado las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), a través de un breve comunicado publicado minutos después de haber informado de que los sistemas de defensa estaban trabajando tras haber identificado el misil. Poco después, el portavoz de operaciones militares de los rebeldes, Yahya Sari, ha reivindicado la autoría del lanzamiento de «un misil hipersónico» del tipo ‘Palestina 2’ y ha afirmado que se trata de «una operación cualitativa» contra el aeropuerto de Ben Gurión.
«La operación logró exitosamente su objetivo, provocando que millones de sionistas usurpadores corrieran a sus refugios y se suspendieran las operaciones en el aeropuerto», ha dicho Sari, quien ha insistido que el lanzamiento es una respuesta al «genocidio» del Ejército de Israel contra «los hermanos en la Franja de Gaza».
Ataques maríticos
En este sentido, ha hecho hincapié en que «las operaciones siguen en marcha y no se detendrán hasta que termine la agresión contra Gaza y se levante el cerco», apenas un día después de que Israel bombardeara el puerto yemení de Hodeida (oeste) en respuesta a estos ataques por parte de los hutíes.
Los hutíes controlan la capital yemení, Saná, y otras zonas del norte y el oeste del país desde 2015, y han lanzado varios ataques contra territorio de Israel y contra buques con algún tipo de conexión israelí a raíz de la ofensiva desatada contra Gaza tras los ataques perpetrados el 7 de octubre por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) y otras facciones palestinas.
Asimismo, han atacado buques y otros bienes estratégicos estadounidenses y británicos en respuesta a los bombardeos de estos países contra Yemen en una intervención que Washington y Londres fundamentan en su voluntad de garantizar la seguridad de la navegación en la región. Sin embargo, en mayo los hutíes se sumaron a un alto el fuego anunciado por Estados Unidos.