General Motors cae pese a sorprender con sus resultados y mantener previsiones

Las acciones de General Motors caen en la preapertura de Wall Street pese a que sus resultados en el segundo trimestre y en el primer semestre del año fueron mejores de lo esperado por el mercado. De igual modo, a la compañía no parece haberle afectado el haber mantenido las guías de beneficios para el actual ejercicio.

Según ha informado la compañía, su beneficio por acción (BPA) fue de 2,53 en términos ajustados, por encima del pronóstico de 2,33 dólares del consenso de analistas. No obstante, esta cifra se situó un 17% por debajo de los 3,06 dólares por acción conseguidos el año pasado. En el semestre, el BPA ajustado cayó un 6,5%, hasta los 5,31 dólares.

Esto resultó en un beneficio neto en el trimestre de 1.895 millones de dólares, un 35% menos que los 2.933 conseguidos entre abril y junio de 2024. En el semestre, las ganancias se redujeron un 20,9%, hasta los 4.680 millones de dólares.

En cuanto a los ingresos, las ventas cayeron un 1,8% en el trimestre, hasta los 47.122 millones de dólares, pero se mantuvieron estables en el semestre: entre enero y junio, los ingresos del fabricante de Cadillac y Chevrolet ascendieron a 91.141 millones de dólares, un 0,2% más que los 90.983 registrados un año atrás.

Asimismo, la compañía consiguió aumentar sus entregas hasta los 1,539 millones de coches, tanto si se compara con el primer trimestre del año (1,449 millones) como con el segundo trimestre de 2024 (1,431 millones). Las ventas aumentaron en Estados Unidos (747.000) y China (448.000), donde registro su segundo trimestre consecutivo de crecimiento, así como en las regiones de América del Norte y Asia-Pacífico.

Por el contrario, las ventas de vehículos cayeron en América del Sur (95.000), especialmente en Brasil (64.000). Además, el margen EBIT ajustado de GM en Norteamérica fue de 6,1 %, una caída del 44% en comparación con el 10,9% registrado el año anterior.

«Además de nuestro sólido desempeño operativo, estamos posicionando el negocio para un futuro rentable y sostenible a medida que nos adaptamos a nuevas políticas comerciales y fiscales, y a un panorama tecnológico en rápida evolución», ha explicado Mary Barra, CEO de General Motors, en una carta dirigida a accionistas.

En junio, la compañía anunció una inversión de 4.000 millones de dólares en sus plantas de ensamblaje en EEUU para añadir una capacidad de 300.000 unidades adicionales de ‘pickups’ ligeras, SUV grandes y ‘crossovers’ de alto margen.

«Esto nos permitirá satisfacer una demanda no cubierta, reducir considerablemente nuestra exposición a los aranceles y aprovechar oportunidades de crecimiento con el lanzamiento de nuevos modelos. La nueva capacidad comenzará a operar en solo 18 meses, tras lo cual proyectamos fabricar más de 2 millones de vehículos al año en EEUU a medida que escalamos la producción», ha indicado Barra

UN FUTURO PLAGADO DE ARANCELES

De cara al futuro, GM mantuvo su previsión actual de ganancias antes de intereses e impuestos en un rango de entre 10.000 y 12.500 millones de dólares. En mayo, la compañía recortó su previsión para 2025, bajándola desde la proyección inicial de enero, que estimaba ganancias de hasta 15.700 millones de dólares para este año.

Esta reducción respondió al inestable entorno macroeconómico resultante de la guerra comercial iniciada por el presidente Donald Trump, así como de su arancel del 25% a la importación de vehículos y partes. La compañía indicó que su previsión consideraba cambios como el reembolso a los fabricantes por ciertas piezas producidas en EEUU y la reducción del efecto acumulativo (‘stacking’) de aranceles para el sector.

La compañía indicó que su previsión consideraba los cambios implementados por la Administración Trump en materia de aranceles, entre ellos el reembolso a los fabricantes por ciertas piezas producidas en EEUU y la reducción del efecto acumulativo (‘stacking’) de aranceles para el sector.

En este sentido, GM ha afirmado que está logrando «avances sólidos» para mitigar al menos el 30% del aumento previsto por los aranceles, mediante ajustes en la producción, iniciativas de reducción de gastos y estrategias de precios.

Con todo, la compañía ha advertido que la segunda mitad del año estará más expuesta a los aranceles, ya que incluirá dos trimestres afectados por las medidas de Trump, mientras que en los primeros seis meses solo uno estuvo impactado. Mary Barra, CEO de General Motors, declinó decir en primavera si la compañía planeaba aumentar los precios de los vehículos debido a los aranceles.

En cuanto a la electrificación, GM sigue pensando vender solo vehículos eléctricos en 2035, pero también ha reiterado que sus planes dependerán de la demanda de los consumidores, que ha sido más baja de lo esperado.

A este respecto, la nueva ley de gasto e impuestos firmada por Trump el 4 de julio eliminará el crédito fiscal de 7.500 dólares para vehículos eléctricos nuevos después del 30 de septiembre. Como resultado de la eliminación de los incentivos fiscales, Barclays predice una introducción más lenta de modelos eléctricos en la industria, mientras que Deutsche Bank anticipa un adelanto en las ventas de vehículos eléctricos por parte de los fabricantes durante el tercer trimestre.

«Continuaremos impulsando una mayor rentabilidad general y mejorando la rentabilidad de los EV para generar un fuerte flujo de caja libre continuo. Además, seguiremos promoviendo la innovación estadounidense en baterías, tecnología autónoma y software», ha apuntado Barra.

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