En un día de pleno en el Congreso de los Diputados, el último antes de que sus señorías se vayan de vacaciones de verano, una noticia judicial (otra) ha sorprendido gratamente a los dirigentes del PP. Tras días en que los focos mediáticos que alumbran la corrupción han señalado hacia el todopoderoso ministro de Hacienda de Mariano Rajoy, Cristóbal Montoro, una información que afecta a Ximo Puig, expresidente de la Comunitat Valenciana, les ha permitido coger algo de aire y volver a señalar al partido socialista. La Fiscalía Anticorrupción ha pedido cuatro años de prisión para el empresario Francis Puig, hermano del exjefe del Ejecutivo valenciano, por los presuntos delitos de falsedad en concurso con otro de estafa agravada por el cobro indebido de 110.691,97 euros en el caso de Mas Mut Produccions y 74.710,75 euros por la facturación presuntamente fraudulenta de las empresas Kriol, Canal Maestrat y Nova CB.
«Ni un día sin su noticia de corrupción socialista. A [Pedro] Sánchez solo le preocupa la agenda judicial, penal y penitenciaria. Todo a su alrededor es falso y una estafa», han asegurado fuentes de la dirección del PP. Los populares recuerdan que el presidente del Gobierno «tiene a su hermano y a su mujer imputados por corrupción» mientras este martes está pendiente también a que el Supremo se pronuncie sobre la petición de excarcelacion que ha planteado Santos Cerdán, exsecretario de organización del PSOE sobre el que pesan indicios de corrupción por comisiones ilegales a cambio de obra pública.
La imagen de España
El PP considera que el hecho de que la Fiscalía Anticorrupción pida cuatro años de cárcel para el hermano de Ximo Puig perjudica la imagen de España en tanto que el expresidente de la Generalitat Valenciana es actualmente embajador ante la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). «El modus operandi es puro ADN sanchista: clientelismo familiar y fraude», aseguran en el principal partido de la oposición.
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