Los Meconios llegaron al pleno municipal como interpelación del grupo socialista. Que, obviamente, no pasaría más que del previsible cruce de reproches y del «y tu más»: el equipo de gobierno mantiene en cartel el concierto previsto para el dís 25.
«¿De verdad van a seguir manteniendo ese concierto con la cabeza alta? ¿Creen que esto cabe en València?», espetó al equipo de gobierno -realmente, al PP- refiriéndose a la actuación en los Jardines del Palau. «Es un grupo con letras machistas, franquistas, que desprecian al colectivo LGTBIQ+ y es la contratación más cara de los Jardines del Palau con 14.000 euros. Puedo pensar que igual se las coló Vox, pero ¿de verdad no van a suspenderlo? Este ayuntamiento tiene la obligación de no promover la violencia simbólica. A mí se me ha ocurrido criticarles y los seguidores de este grupo que han empezado una campaña contra mí: «me voy a correr en tu cara, prepara tus rodilleras«. Estos son sus seguidores, ¿eh?».
No fue Santiago Ballester -el concejal del área contratante- sino el portavoz, Juan Carlos Caballero, quien salió en turno de réplica. «Con la que está cayendo en España y se preocupan ustedes por Los Meconios. Hay una cosa que se llama libertad de expresión. Y lo que les molesta es que en sus letras no le ríen las gracias a Pedro Sánchez. Así que, se aguantan. Tómenselo con humor porque esto no ha hecho más que empezar. Son tan sumamente cutres en su partido, que han dado más material para letras. «La Carlota se enrolla» me suena a letra de Hombres G. «Mete dos sin que se note» es de cine de Santiago Segura, de Torrente Presidente, aunque la realidad supera a la ficción. La censura selectiva no se la vamos a consentir».
Nuria Llopis, en su intervención / Ayto Vlc
Valtonic, Hassel…
Y echó mano de antecedentes: «ustedes aplaudían a Valtonic, condenado por enaltecer a ETA y vienen a darnos lecciones de democracia; cuando Hassel insultaba a la Guardia Civil celebraba atentados, cuando Xavi Castillo denigraba a Rita Barberá, hablaban de creación artística».
«En regímenes autocráticos el último espacio de libertad es la música y la sátira. Pasó en Cuba, en Venezuela, en Nicaragua, en Chile… solo queda el código secreto de cantantes y poetas. En España, por desgracia, es cada vez más difícil oponerse al discurso oficial» completó Caballero.
«Me sorprende que haga así el ridículo»
Esto encendió aún más a Nuria Llopis. «Me sorprende que haga así el ridículo. «La que cae» son las víctimas de violencia machista o los ultras que van corriendo a Torre Pacheco a pegar a migrantes. A la próxima víctima de agresión homófoba le pedimos que se lo tome con más ironía».
Llopis reiteró que «usted sabe que no puede defender lo que han contratado. No me creo que usted lo defienda. Se lo han metido doblada y es ridículo reconocer que he contratado un grupo de quien no he leído sus letras. Igual que premiar a un maltratador en un premio de feminismo. Si hasta su concejala Marta Torrado le parecía indignante. ¿De verdad no le da vergüenza sus argumentos?» y acabó con un aviso: «Tomaremos medidas legales si hay una sola incitación al odio. No es parodia: es un aviso».

Juan Carlos Caballero se encargó del turno de réplica por parte del PP / Ayto Vlc
Acabó Caballero, dentro del turno de réplica-contrarréplica: «Que un socialista hable de discursos machistas y de dinero público es sonrojante. Sean honestos: el problema no es el grupo, sino que no canta al dictado del catecismo socialista. Les molesta que en València haya espacios de libertad para discrepar con el pensamiento único. Esto va más allá de Los Meconios. Va de cancelar al discrepante. En València, la cultura no es su cortijo. Se acabó elegir quien puede subir a un escenario».
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