El macro proceso de estabilización que la sanidad pública canaria inició en noviembre de 2022, está teniendo un efecto colateral en la plantilla de hospitales y centros de salud del Archipiélago. Casi tres años después, cientos de trabajadores que consiguieron plaza fija en procesos anteriores (la mayoría en la OPE de 2007) afirman sentirse perjudicados por la forma en la que se ha gestionado el proceso y, en concreto, la provisión y adjudicación de plazas.
En concreto, médicos y enfermeros denuncian un agravio por parte de la Consejería de Sanidad al no haber convocado concurso de traslados previo a esta oferta, lo que ha derivado, a día de hoy, en una situación paradójica: los interinos podrán optar a plazas de mayor calidad (especialmente en términos de ubicación) que aquellos que se hicieron fijos en Canarias hace casi 20 años, en 2007.
Medidas para reducir la temporalidad
En 2020, una sentencia del Tribunal de Justicia la Unión Europea (TJUE) tiró de las orejas a España y obligó a todas las administraciones públicas a reducir su tasa de temporalidad hasta el 8%. A finales de 2021 el Gobierno de España publicó la Ley 20/2021, de medidas urgentes para la reducción de la temporalidad en el empleo público.
A finales de 2022, la sanidad canaria –donde el volumen de interinos o temporales superaba el 75%– optó por realizar una macro oferta de empleo de estabilización en la que todos aquellos trabajadores que hubieran estado más de cinco años en «abuso de temporalidad» pudieran acceder a una plaza fija tan solo a través de sus méritos. En las Islas, además, se garantizó que todos los trabajadores que se beneficiaran de esta medida extraordinaria optarían a cubrir el mismo puesto laboral que ostentan en la actualidad.
La denuncia pública de los que ya por aquel entonces tenían una plaza en propiedad, comenzó al ver que la Consejería de Sanidad no pretendía poner en marcha ningún concurso de traslados previo al inicio de esta convocatoria.
Y, aunque la Administración no está obligada a hacerlo, la decisión, a ojos de los trabajadores ya estatutarios, les ha hurtado la posibilidad de acceder a algunas de las plazas que sí se ofertarían a los interinos. «En otras comunidades se ha hecho concurso de traslados previos», insiste Vanessa Díaz, médico de familia en Gran Canaria y portavoz de la Plataforma de Médicos de Familia y Pediatras de Atención Primaria Afectados por la No Convocatoria del Concurso de Traslados. Esta plataforma ha llevado el proceso a juicio y el asunto acaba de llegar al Tribunal Supremo. La Consejería de Sanidad asevera que este proceso debía haberse realizado durante la legislatura anterior (cuando la cartera estaba en manos del PSOE).
Una plaza de más calidad
La falta de un concurso de traslados para la mayoría de categorías –el pasado viernes se publicó uno para médicos de familia y pediatras– ha provocado que muchas de las plazas que podrían haberse puesto a disposición de los fijos para acercar su puesto de trabajo a un lugar más cercano a su domicilio o al que tengan mayor prefrencia profesional, dejen de estar disponibles.
Esta situación lleva a que los interinos puedan acceder a una «plaza de mayor calidad» de las que han estado disponibles para los que son fijos por la OPE de 2007. «Llevo 20 años trabajando a 40 minutos de mi casa y los interinos que llevan menos tiempo que yo van a tener posibilidad de tener una plaza más cercana que la mía», sentencia una enfermera que trabaja en un centro de salud del norte de Tenerife, que no ha querido revelar su identidad.
«Algunas de las personas que ahora van a conseguir plaza con sus méritos se presentaron con nosotros en la OPE de 2007 y suspendieron», recuerda Díaz, que recuerda que ellos también vivieron abuso de temporalidad. No en vano, aunque la OPE se convocó en 2007, no pudieron firmar la fijeza hasta 2018.
Además, Díaz defiende que «muchos hoy están en comisión de servicios para poder acercar su puesto de trabajo a su domicilio, ya que muchos tienen la plaza en una isla distinta a la de residencia». Esto último, como argumenta el portavoz de Satse en Canarias, Alejandro Gordillo, «no deja de ser gente de prestado, en un favor de la Administración que puede rescindir en cualquier momento».
Para los enfermeros que aprobaron y consiguieron plaza, tanto en la ope de 2007 como en la de 2018, la situación es similar. «Los concursos de traslados han sido escasos o nulos», asevera Gordillo.
Sin opciones
En el caso de esta categoría laboral, quienes consiguieron plaza en 2007 tuvieron una oportunidad para «acercar» su plaza, mientras que, quienes lo lograron en 2019 no han tenido opción. «Yo conseguí plaza en 2009 y no hubo concurso de traslados hasta 2019, ahí no conseguí plaza porque no había acumulado méritos suficientes y pasaron otros por delante; ahora que tengo más méritos, otros con menos van a optar a plazas mejores», resalta la enfermera tinerfeña, que insiste: «veo gente que lleva diez años en su mismo puesto y se va a quedar ahí, sin dejar posibilidad que otra gente que lleva más tiempo fija opte a ese puesto».
Nuevas convocatorias
Otras categorías, como los médicos de familia llevan 15 años sin poder optar a la movilidad. Este pasado viernes, la Consejería de Sanidad –atendiendo a su compromiso de principios de legislatura– publicó un concurso de traslados para esta categoría y pediatras de atención primaria. Sin embargo, esta convocatoria tampoco ha sido bien recibida entre los trabajadores. «Después de 17 años años, se ofertan apenas 128 plazas de médico de familia y 26 de pediatría y solo cuenta tiempo trabajado omitiendo otros méritos como la formación académica, las publicaciones o los cursos», lamenta Díaz.
Los sindicatos han solicitado a la Consejería de Sanidad que palíe este problema realizando un concurso de traslados abierto y permanente. La Administración aceptó y, de hecho, existe una mesa de negociación propia dentro de la Mesa Sectorial. Sin embargo, son muy pocas las reuniones que se han producido desde entonces.
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