La segunda jornada de huelga en el servicio de transporte público del TIB se ha iniciado con un apoyo al paro todavía más elevado que el del pasado viernes, según los datos facilitados desde la Federación Empresarial Balear de Transportes (FEBT) y desde el sindicato convocante (SATI). Si el pasado viernes se estimó que un 80% de las plantillas estaban secundando el paro durante la mañana, en el día de hoy este porcentaje se estima en torno a un 90% según la patronal.
El responsable del sector del SATI, Juan Rodríguez, no ocultaba esta mañana su satisfacción ante el respaldo que se está consiguiendo, que él cifra en un 99%, y achaca el aumento a la incorporación a la protesta de un mayor número de trabajadores de la concesionaria que cubre las rutas de Calvià, lo que le lleva a afirmar que la convocatoria está teniendo un «éxito total» pese a haber sido rechazada por otras organizaciones sindicales como CCOO y UGT.
Protesta ante la estación intermodal durante el pasado viernes / B. Ramón
Primeras horas
Además, los primeros datos facilitados tanto por la patronal como desde el Govern apuntan la ausencia de incidentes durante las primeras horas de la mañana, a diferencia de lo sucedido el pasado viernes, cuando se registró la rotura de lunas en algunos vehículos. Durante esta mañana la actuación de los piquetes ha estado muy centrada en la estación intermodal de Palma, con algunas pitadas, lugar donde se han registrado importantes aglomeraciones de pasajeros intentando acceder a los autocares que forman parte de los servicios mínimos.
Hay que recordar que la conselleria de Movilidad ha fijado esos mínimos en un 60% de las expediciones (el SATI los ha calificado de abusivos), con una mayor concentración durante los horarios de mayor demanda y en las rutas de los hospitales y del aeropuerto de Son Sant Joan.
Sin contactos entre las partes
A primera hora de la mañana seguía sin registrarse ninguna convocatoria paras que empresas y SATI vuelvan a sentarse en una mesa a negociar, según reconoce Juan Rodríguez.
Este representante sindical apunta que desde la conselleria de Trabajo se contactó con ambas partes durante el fin de semana para «hacer de Celestina» y buscar un acercamiento, pero sin resultados positivos.
Este responsable sindical culpa a las empresas de ese bloqueo, al considerar que solo han hablado de mejorar algo su anterior oferta económica (un 3% para este año y el IPC más un 0,5% para 2026) pero sin llegar a cuantificarlo, pero además hace hincapié en que un puntal en las reivindicaciones del SATI es el de revisar el cómputo de la hornada laboral, de forma que nunca se superen las ocho horas y media diarias, al tiempo que se reclama que el descanso de 30 minutos se realice en un mínimo de turnos de 15 minutos.
Por su parte, desde las empresas se acusa al sindicato convocante de mantener posturas maximalistas, en un intento de que los trabajadores del TIB dispongan de las mismas condiciones que los de la EMT, algo que se califica de inviable ya que estos últimos forman parte de una empresa pública, mientras que los primeros están en empresas privadas concesionarias de un servicio.