«Aprender matemáticas no es fácil», afirma con voz pausada Andreu Dotti, cofundador del proyecto Innovamat, un novedoso método de aprendizaje que está revolucionando el aprendizaje de esta disciplina y que actualmente ya ha llegado a más de 2.300 escuelas del mundo, 21.500 docentes y 500.000 alumnos de ocho países. «Llevan toda la vida enseñándonos matemáticas mal. Las matemáticas no son una serie de pasos a repetir de forma acrítica y sin pensar, sino una herramienta que debemos comprender en profundidad para explotar todo su potencial», defiende el joven ingeniero catalán, galardonado en la última edición de los Premios Princesa de Girona en la categoría ‘CreaEmpresa’ por «crear un modelo de transformación» que, hoy por hoy, ya ha facturado ocho millones de euros. «Nuestro objetivo es que todo el mundo pueda entender realmente matemáticas. Porque no son solo números y fórmulas abstractas sino una herramienta imprescindible para entender el mundo«, destaca Dotti en una entrevista con EL PERIÓDICO.
Según destaca el jurado de este galardón, que se entregará el próximo miércoles en una ceremonia oficial en el Gran Teatre del Liceu, el premio es un reconocimiento, ante todo, a la «historia de superación personal» de Dotti, quien logró convertir su dislexia y TDAH en una fortaleza que lo impulsó a transformar el sistema educativo desde dentro. La distinción también reconoce su valentía al enfrentarse a «uno de los grandes retos de la juventud actual» que es el aprendizaje de las matemáticas. «Su modelo, con impacto multiplicador, es ya escalable a nivel global y pone en valor el papel del docente como pieza clave del cambio educativo», destacan desde el jurado de estos premios, donde también se reconoce el trabajo de cinco jóvenes más que, con sus proyectos, están transformando el mundo.
Los seis galardonados en los Premios Princesa de Girona: Andreu Dotti,Gabriela Asturias,Antoni Forner Cuenca,Valentina Agudelo, Manuel Bozas y Pablo Sánchez Vergasa, fotografiados en el Liceu. / Jordi Otix
Cambio de paradigma
La historia de este proyecto empieza hace más de una década cuando Dotti, ingeniero civil de formación, decidió abrir una academia de matemáticas. «Fue ahí cuando empezamos a ver a muchos alumnos con una concepción completamente errónea de las matemáticas. En el colegio les habían enseñado que esto va de seguir pasos de forma mecánica, sin pensar realmente en qué significan, y que si ese recorrido se seguía al pie de la letra el resultado siempre iba a ser correcto. Pero no es así. Las matemáticas son mucho más que esto. Nos dimos cuenta de que el cambio debía empezar por cómo se enseñan y por el significado que se les da», explica.
En 2017, junto a varios socios, Dotti fundó Innovamat. El objetivo de este proyecto, explica, es el de «cambiar el paradigma del aprendizaje matemático en las aulas«, poniendo el foco en la comprensión, la investigación didáctica y el acompañamiento al docente. Desde entonces, el proyecto ya se ha extendido a miles de escuelas en España, Latinoamérica y, más recientemente, en Estados Unidos y, según apunta su creador, las perspectivas de crecimiento son aún más ambiciosas. «Estamos a punto de entrar en más de 200 escuelas públicas del estado de California«, explica Dotti, quien relata con orgullo cómo su proyecto se está consolidando como un referente internacional.
«Innovamat ni es ni quiere ser una solución milagrosa. Básicamente, porque los métodos mágicos no existen»
«Innovamat ni es ni quiere ser una solución milagrosa. Básicamente, porque los métodos mágicos no existen», comenta Dotti, quien recuerda que «las matemáticas son complejas y, precisamente por eso, hay que abordarlas con rigor y pasión». Para ello, Innovamat plantea apostar por una triple propuesta basada en recursos para el aula, formación docente e investigación didáctica. A corto plazo, el proyecto ya trabaja para llegar a miles de alumnos, profesores y familias. Y a largo plazo, comenta Dotti, «queremos convertirnos en un centro de referencia en el aprendizaje de las matemáticas, al que puedan acudir desde escuelas hasta gobiernos», afirma, contundente, al reivindicar la importancia social de esta disciplina tan denostada y, a la vez, tan imprescindible.
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